historia
FRANCISCO
VILLAMARTÍN,
el «Clausewitz» español
Este año se conmemora el 150 aniversario del
fallecimiento de uno de los mejores tratadistas de la
Ciencia de la Guerra
Villamartín, teniente de origen hidalgo
que luchó en el campo carlista. Un militar
que representaba precisamente el
Ejército caótico, sobrecargado de oficiales
mal pagados y politizados, de la
primera mitad del siglo XIX.
Sin embargo, Villamartín, como
ejemplo del nuevo modelo de milicia,
tuvo una carrera regular y disciplinada
contrapuesta a la de su progenitor.
UN HOMBRE TRISTE
Sus biógrafos destacan que siempre fue
un hombre triste y solitario —«un gran
melancólico», en definición del general
ENTRE las efemérides conmemoradas
este 2022 por el
Ejército de Tierra, figura el
150º aniversario de la muerte
(1872), a unos tempranos 39 años
de edad, del comandante de Infantería
Francisco Villamartín Ruiz.
Aunque hoy es poco conocido, se
trata no solo de uno de los más destacados
tratadistas militares españoles del
siglo XIX, sino también, quizá, de uno
de los tres pensadores castrenses históricamente
más relevantes en nuestro
país, junto a Sancho de Londoño (siglo
XVI) y el Marqués de Santa Cruz del
Marcenado (1684-1732), gracias a su
obra Nociones del Arte Militar.
Villamartín fue un militar intelectual
representativo del nuevo modelo
castrense que estableció, a mediados
del XIX, el general Narváez, «quien de
verdad creó los orígenes del Ejército de
hoy en día», según palabras del coronel
Benito Tauler en un reciente ciclo de
conferencias sobre Villamartín organizado
por el Instituto de Historia y Cultura
Militar (IHCM) con motivo de la
citada celebración.
Este oficial había nacido en Cartagena
en julio de 1833. Era hijo de Bruno
Alonso Baquer—, acaso por el hecho
—dicen— de que su padre militara en
las filas del ejército perdedor, aunque
luego fuera rehabilitado.
Ingresó a los 14 años en el Colegio
General Militar de Toledo y fue promovido
a subteniente de Infantería a los 16
(1850). En 1854, destinado en el regimiento
Saboya, tuvo que luchar contra
los insurrectos durante «la Vicalvarada
», levantamiento liberal ocurrido en
Madrid en los útimos días de julio.
FIEL A SU COMPROMISO
Curiosamente, Villamartín era, con 21
años, hombre de ideas avanzadas, quizá
más próximas a la de los militares
pronunciados, pero antepuso su sentido
de la obligación de permanecer fiel
al poder legalmente constituido. Con
esta ocasión fue ascendido a teniente.
En 1856, se encontraba en Barcelona
donde participó en la defensa del cuartel
de San Pablo, durante los sucesos
revolucionarios también del mes de julio.
Fue herido de un balazo en la pierna
derecha y se le promovió a capitán.
Con 23 años, en 1857, Villamartín
solicitó pasar destinado a Cuba. Para
la profesora Julia Bordonado, quien
Sus «Nociones
del Arte Militar»
marcaron la
modernización
del Ejército en la
segunda mitad del
siglo XIX
Julio/Agosto 2022 Revista Española de Defensa 59