usuarios potenciales tras ser digitalizadas.
Proceso que, además, abre a estos
títulos la puerta de Biblioteca Virtual de
Defensa (bibliotecavirtualdefensa.es),
adscrita a la Subdirección de Publicaciones
y Patrimonio Cultural del ministerio
regido por Margarita Robles.
REFERENTE ASTRONÓMICO
El Astronomicum Caesareum de Pedro
Apiano, el más veterano de la expedición,
obra maestra de la astronomía y
«prodigio del cálculo», ha sido la única
del grupo en no pasar por la sala de digitalización
al contar ya con una versión
electrónica, que, además, está disponible
en el repositorio on line de Defensa.
Sí ha recibido, sin embargo, los expertos
cuidados de la técnico en conservación
y restauración Yolanda Abad,
quien, fundamentalmente, ha solventado
«daños mecánicos fruto del paso del
tiempo y del uso».
Según explica, «ha sido necesario reforzar
los bordes de algunas hojas y de
la encuadernación, posterior a la obra
y cuya piel ha necesitado someterse a
un proceso de rehidratación». También
se ha llevado a cabo la limpieza superficial
que requería el estado del libro y
corregido los efectos de la aparición de
insectos debido al empleo de una cola
orgánica para consolidar alguna zona
en una restauración anterior.
Asimismo, Abad ha «consolidado
algunas hojas parcialmente sueltas y
reincorporado el último cuadernillo al
cuerpo del libro, que estaba suelto».
El tratado (1540)
del cosmógrafo e
impresor Pedro
Apiano es una
obra maestra de
la astronomía
El atlas de J. Blaue
reúne mapas e
ilustraciones de
toda Italia en varios
tamaños por lo
que algunos son
plegables, a pesar
de lo cual cierra a la
perfección. Debajo,
dos de sus imágenes
de Venecia —la
tradicional ceremonia
del matrimonio de
la ciudad con el
mar y la plaza de
San Marcos con su
catedral al fondo—,
en las que realiza,
incluso, aportaciones
costumbristas.
APIANO Y EL RECICLAJE
Pero el principal reto de la restauradora
ha sido fijar unos discos móviles sobre
eclipses que se habían soltado. Una minuciosa
labor cuya mayor dificultad ha
residido en desmontar su engranaje sin
dañar la hoja de anclaje al libro; todo, sin
saber con exactitud qué parte del mecanismo
pertenecía a la obra original.
Durante el proceso, ha saltado una
pequeña sorpresa. Con el apoyo del
director del centro, Eduardo Peñalver,
han descubierto que el afamado impresor
Apiano ya reciclaba en su época.
Para fijar los discos de su inmortal
tratado empleó un descarte de una de
sus otras ediciones como impresor, en
concreto, de una epístola preliminar
dirigida al estudioso Bartolomé Amantius,
a quien publicó el erudito alemán.
Habituada a tener en sus manos
documentos y obras antiguas, y tan singulares
como textos escritos por el propio
Cristóbal Colón, Abad no duda en
afirmar que este estudio es uno de los
ejemplares «más bonitos y cuidados en
64 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2022