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con un sorprendente vídeo en el que
se mostraban imágenes de túneles
que supuestamente atravesaban la
Blue Line y se acusaba a Hizbulá de
su construcción1. Al mismo tiempo,
máquinas perforadoras israelíes desplegaban
en zonas muy próximas al
territorio libanés y empezaban a trabajar
sin descanso acompañadas por
un importante despliegue militar de
protección. El objetivo declarado de
la operación era encontrar esos túneles
que constituían una violación
de la resolución 1701, supuestamente
construidos por Hizbulá para atacar
el norte de Israel, y proceder a su
neutralización.
Pocas horas después, las IDF publicaban
en Twitter imágenes del primer
túnel descubierto a 25 metros de profundidad
en la zona de Metulla. Además,
los israelíes localizaron su origen
en el municipio libanés de Kafer Kela,
por lo que el portavoz árabe de las IDF
destacaba en su cuenta de Twitter el
riesgo existente en ese pueblo, considerado
como una «base militar» de
Hizbulá2.
En los días sucesivos, la cuenta oficial
de Twitter de las IDF se centró
en mostrar las presuntas violaciones
de la Resolución 1701 cometidas por
esta organización y su control del sur
del Líbano, mientras el portavoz árabe
señalaba en su cuenta al gobierno
libanés como responsable de la situación
y trataba también de desligar a
la población libanesa de Hizbulá, ya
fuera ridiculizando a la Resistencia3
o argumentando que la construcción
de los túneles había puesto en riesgo
a los habitantes de la zona. UNIFIL
tampoco escapó a las críticas, pues
se señaló que debía «cumplir su deber
» respecto a Hizbulá, al tiempo
que se destacaba la responsabilidad
de la comunidad internacional en este
asunto.
Paralelamente al desarrollo de la operación,
Israel llevó a cabo una campaña
internacional cuyo objetivo final
era obtener una condena de la organización
chií en todo el mundo y, por
supuesto, la imposición de sanciones
que restringieran aún más la capacidad
de acción de esta organización.
Así, tras la confirmación por UNIFIL,
el 6 de diciembre, de la existencia del
primer túnel, el primer ministro israelí
se trasladó al histórico Kibbutz de
Misgav Am4, donde se reunió con representantes
diplomáticos de 25 países
acreditados en Israel. Allí explicó
el motivo de la operación Northern
Shield y pidió que se apoyara la imposición
de mayores sanciones contra
Hizbulá en el ámbito internacional.
Mientras tanto, el Gobierno libanés
y sus Fuerzas Armadas reaccionaron
con aparente indiferencia o incredulidad.
Reiteraron el compromiso
del Líbano con la resolución 1701
y solicitaron información acerca de
Anuncio del inicio de la
operación Northern Shield
Localización de los túneles en el municipio libanés de Kafer Kela