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CABO YUSEF YAHIA MOHAMED
« D Ó N D E M E H E M E T I D O ? » ?
Mi vida cambió cuando terminé mis estudios
y empecé a trabajar de «fregachín» en la Bodega
Madrid en Melilla, desde los 15 añitos a
los casi 18. En aquellos tiempos ganaba 75000
pesetas y echábamos más horas que un reloj,
pero fue allí donde, de forma indirecta, empecé
a conocer un poco de La Legión. Por aquel
entonces había remplazos de reclutas cada 2
meses y el tránsito de militares era abundante.
El bar donde yo trabajaba era frecuentado por
legionarios y el aire que se respiraba era de
camaradería y vocación legionaria. Yo, que era
joven y curioso, les preguntaba por sus experiencias.
Cuando cumplí 18 años me llegó la
carta para alistarme y sin dudarlo ni un instante,
lo hice a La legión (2º/96 reemplazo). Fue
una iniciativa propia que surgió sin pensarlo
mucho; ni tan siquiera lo consulté con mi familia.
Ellos recibieron la noticia con una mezcla
de orgullo e incredulidad. El día que entré por
la puerta de control, dije dentro de mí: «¿dónde
me he metido?». Era un ambiente diferente al
que había dejado atrás; para mí era otro mundo.
Mi estancia en los barracones de la UIL
fueron 2 meses que jamás olvidaré por lo duro
y las experiencias vividas. Después de 9 meses
de servicio militar, tuve que salir por motivos
personales, pero algo dentro de mí me hizo
volver, así que en 2002, y ya como profesional,
realicé mi segunda UIL, donde fui seleccionado
como componente de la patrulla de tiro de Tercio
1º, dirigida por el capitán Mackinlay
de Castilla, que en esos tiempos mandaba
la Compañía de Defensa Contra
Carro. El 2004 fue un año duro, donde
estuve trabajando con la patrulla de
tiro y conseguimos hacer historia con
la mejor puntuación jamás lograda, con
un récord de 609 puntos en la tirada.
Ya del 2006 al 2008, pasé a formar parte
de la escuadra de gastadores de la I
Bandera, que la mandaba por el entonces
cabo 1º Montero Calvo, ahora ya
cabo mayor. En 2008 formé parte de la
Compañía Yellow, desplegada para la
misión de KOSOVO, al mando del capitán
Manuel Peiteado Morogosa, experiencia
inolvidable y enriquecedora.
Dos años más tarde, por motivos de
reestructuración, se reactivó la Compañía
DCC, teniendo la gran suerte de
volver a formar parte de esta gloriosa
unidad, al presentarme a la Compañía,
fui encuadrado en un equipo TOW,
que tuve el placer de mandar durante
2 años. Durante este tiempo me concedieron
una medalla al mérito con
distintivo blanco, y en 2012, al tener
conocimientos de informática, pasé a
formar parte de la Plana y la vez me
designaron como cabo furriel hasta el
día de hoy.
54 553 · IV-2020 La Legión