>> Pasado, Presente y Futuro
Esta petición que como he señalado está influida por
lo acontecido en la Gran Guerra, es la señal de una
vocación por la ciencia y muy concretamente por la
Psiquiatría, que despertó, en sus años de formación
en la facultad de Medicina de Madrid, se enriqueció
en la Academia de Sanidad Militar y maduró en el
Hospital Docker, en el que tuvo la responsabilidad profesional
de diagnosticar y tratar las patologías que la
guerra produce en los seres humanos, consiguiendo
dar respuestas acertadas
a los terribles desafíos
que se plantearon, no
sólo en el espacio físico
y seguro del hospital, sino
en el frente de batalla
porque como ahora veremos,
asistió a los más
rudos combates que en
esta zona tuvieron lugar,
desde mayo a agosto de
1923, con el fin de consolidar
nuestra presencia
en este territorio, y en el
marco del periodo de lo
que se llamó reconquista
de los territorios perdidos
tras la retirada de nuestras
tropas de Anual.
La situación llegó a ser
muy comprometida el 20
de mayo, en que terminaba
el Ramadán y las
harkas rifeñas aumentaron
la presión sobre estas
posiciones. El primer
combate tiene lugar el
día 28, que continúa el
29 y se recrudece el 31,
y en los que Luis Alonso
va a ser calificado en los
partes como «distinguido
por su reconocido valor
atendiendo rápidamente
en la misma línea de fuego
a los heridos, no solo
a los de su bandera sino
a cuantos estuvieran en
sus proximidades sin que
quedara ni uno solo que
no fuera reconocido y cuidadosamente atendido, acudiendo
presuroso además a ayudar al puesto de socorro
demostrando un incansable celo a pesar del gran
número de bajas ocurrido».
El 5 de junio la situación es tan grave que se concentran
las tres banderas mandadas por el teniente coronel
Valenzuela. Los combates son tan duros que los
testigos dicen y así consta en la hoja de servicios del
capitán médico Luis Alonso, «que no se pueden narrar
». El enemigo es muy superior en número y profundo
conocedor del terreno. En el fondo del barranco de
Iguermisen, donde está perfectamente atrincherada
una numerosísima harka, la lucha es muy cruenta, ya
que hay que sacar a los moros de los pozos de tirador
y trincheras a punta de bayoneta. Por las mentes de
todos pasa el fantasma de Anual y se viven momentos
de angustia. Valenzuela ordena el paso de ataque y
tras él los legionarios. Cae mortalmente herido.
En este histórico combate, es citado por tercera vez
como distinguido, y merecedor de la Medalla Militar Individual.
El informe que se elabora para este fin dice,
«que este oficial médico además del cumplimiento
de su misión facultativa en
los puestos inmediatos a la
guerrilla, ocupó siempre los
puestos de mayor peligro
dando ánimo a la tropa, pese
a la abrumadora tarea, por
el numerosísimo número de
bajas y el peligro que corría
en algunos momentos que
alcanzaba el fuego enemigo
hasta el sitio en que se efectuaban
las curas».
Tras la muerte de Valenzuela,
el mando de La Legión va
a ostentarlo el teniente coronel
Franco, ascendido para
este fin. La zona neurálgica
de los ataques rifeños se ha
desplazado al triángulo Sidi-
Messaud-Tifaruin-Afrau. La
harka no cesa en su hostilidad
hacia Tizzi-Assa, por
lo que los días 17 y 18 de
agosto, se intenta romper
el cerco, pero sin éxito. Las
tropas desfallecen, desmoralizadas,
sufrían bajo un sol
inclemente de 45º el tormento
de la sed. El alférez Topete
es el heroico defensor de
la posición de Tifaruin y ante
la gravedad de la situación,
propone el día 21, de acuerdo
con el resto de los oficiales,
aguantar hasta el límite
y si no pueden más, volar
la posición, según relata el
ABC. Al fin reciben un papelito
arrojado desde un avión
que decía. «Tened un poco
de paciencia. Ya ha llegado Franco desde Tetuán». El
día 22 la posición es liberada los legionarios. Al entrar
tuvieron la satisfacción de calmar la sed de los defensores.
La actuación inteligente de Franco salvó muchas
vidas. Las bajas, tal y como consigna el capitán
médico Luis Alonso en su informe, disminuyeron en un
90%.
De nuevo en este rudo combate se distingue en su misión
como facultativo igual que en los anteriores como
lo valora su jefe en la descripción que de ella hace y
que fundamentalmente consiste en controlar una reacción
de pánico colectivo, haciendo uso de sus capacidades
personales y de los conocimientos que por el
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