>> Nuestros Legionarios
C O M A N D A N T E A L B E R T O V A L D É S B R U S A U
M I P A S O P O R L A L E G I Ó N
He recibido un mensaje de mi antiguo
auxiliar de la 3ª Batería, el brigada
Sampedro, pidiéndome que redactara unas
palabras sobre mi paso por La Legión. Mi
corazón, otra vez, se ha engrandecido al ver como, La
Legión no olvida a los suyos, pidiendo a este simple oficial
una «breve» reseña de sus 12 años como legionario.
Un joven teniente de Artillería cumplió su mayor
expectativa cuando en julio de 2004 pudo pedir
con carácter voluntario, engrosar la lista de
revista del Grupo de Artillería II de La Legión. Al
presentarme, el teniente coronel Osuna me asignó
a la Batería Mistral donde el capitán López-Rubio
me nombró jefe de la Sección de PLM; continuando en
el mismo puesto, cuando se hizo cargo de la Batería el
capitán Cepero. En dicha Batería pasé todo mi empleo
de teniente aunque, cuando la necesidad lo exigió, pude
ocupar los puestos de jefe de línea de piezas (JLP) de
la 3ª Batería y oficial director de fuego (FDO) de la 1ª
Batería. De mi paso por dichas baterías, debo agradecer
a mis jefes, mis múltiples suboficiales y caballeros y
damas legionarios todo lo que aprendí y me exigieron
ya que, gracias a ellos, se forjó mi base como oficial
de La Legión.
El momento culmen, de dicho empleo, fue mi
designación como miembro de G3 del Cuartel
General durante la operación Libre Hidalgo I,
bajo las órdenes de los comandantes Llago
y Martel. El afán expedicionario y la fiel
creencia en el Credo Legionario, hicieron
que esta misión fuera una de las mejores
experiencias de mi vida tanto personal
como profesional.
Después de dicha misión, llegó el ascenso
a capitán, teniendo la gran suerte de ser
elegido por el teniente coronel García-
Vaquero para ocupar un puesto de capitán
en el GACALEG II.
Al principio del empleo mandé la 1ª Sección,
puesto que no esperaba en dicho momento
pero que me hizo valorar y conocer el trabajo
tan abnegado y responsable que se hacía en
beneficio de todos los miembros de la unidad,
y en el asesoramiento al mando, sobre una
materia tan importante como la del personal.
Posteriormente, y durante 2 años, mandé la
1ª Batería además de un destacamento de
enlace (DEN), de la Unidad, convirtiéndose
al poco en el único destacamento de enlace
de Artillería de Campaña en la BRILEG. Este
hecho hizo posible poder trabajar mano a mano
con todas las unidades de combate de la
Brigada, haciéndome sus banderas sentirme
como uno más dentro de sus actividades
adiestramiento. No me podía olvidar del
Grupo de Caballería «Reyes Católicos», en el que tuve
el honor de ser el primer jefe del DEN, en apoyar a dicha
unidad.
Durante esta época, fui designado por el mando para
liderar la Unidad CIMIC en L/H V. Esta misión supuso
un gran reto, ya que fue la primera vez que desplegaba
al mando de una unidad independiente aunque en
estrecha colaboración con el G9 para la operación,
el comandante Ferrera. Gracias al espíritu de
sacrificio de todos los componentes de dicha
unidad, se consiguió cumplir con los cometidos
asignados.
Pero mi gran experiencia personal llegó un año
después del regreso de L/H, con mi designación para
apoyar a nuestro Grupo Logístico II de La Legión, en
la OMLT que lideraron en 2009. Mi jefe de Grupo, me
otorgó el privilegio de ser el primer observador de fuegos
aéreos en desplegar en una operación en el exterior.
Tras esos tres años, pasé a mandar la 3ª Batería, en la
que tuve una de mis mejores experiencias como capitán,
todo ello gracias al trabajo de mis subordinados, los
cuales siempre me exigieron el máximo.
Durante estos años, volví a desplegar en Afganistán
en 2012, como un miembro más de la Plana
Mayor, bajo el mando directo del comandante
Gutiérrez Alcalá, y en pequeñas ocasiones
del comandante Carreras Postigo, cuando
ocupaba el puesto rotativo en su TOC.
Durante esta misión, tuve multitud de
vivencias pero, si debiera destacar un
momento, éste sería el apoyo mostrado
por mi familia legionaria, durante la
pérdida de 2 familiares en territorio
nacional durante la misión.
Tras la misión, volví a mi amada 3ª Batería,
para a continuación pasar a ocupar el
puesto de jefe de la Batería Mistral, teniendo
como jefe del Grupo de Artillería al teniente
Mongio Bergua. Este cambio significó para
mí, la vuelta a mis orígenes, a mi cuna, esa
Batería Mistral que tanto me enseñó y que,
me volvía a ofrecer un trabajo muy diferente
al desarrollado en la faceta «campañera».
En esta Batería, además de un nuevo
despliegue en Líbano, a las órdenes del
comandante Ruiz de Oña, cerré mi época de
capitán, mi época vistiendo de verde Legión y
el mando de caballeros y damas legionarios.
Este simple oficial, tras estas palabras, solo
quiere agradecer a todos los componentes
de La Legión, en especial a aquellos con
los que he trabajado, sus enseñanzas, sus
exigencias y sus experiencias, las cuales
me han servido para crecer y formarme
como militar y oficial.
58 553 · IV-2020 La Legión