Recibimiento en Cebú. (Fotografía facilitada por el autor)
su dotación. Tras abandonar Filipinas, se tomó rumbo a las Molucas para
poner punto y final a los actos de la conmemoración del V Centenario de la
primera vuelta al mundo.
Finalizado este último hito de la circunnavegación, esta se volvió cada vez
más pesada, agravada por la ausencia de navegación a vela en los mares inte-riores
de Filipinas e Indonesia. El período intermonzónico convierte al océano
Índico en un gran lago, por lo que las guardias de cubierta continuaban sin
poder dar el aparejo y las vigilancias se volvieron monótonas; lo mismo acon-tecía
con las guardias de los guardiamarinas, y las recomendaciones en los
briefings de derrota eran siempre a palo seco y de seguir por encima de la
línea marcada en la carta. Por último, pesaba la indiferencia entre estar en la
mar o en puerto. A efectos prácticos, solo se diferenciaba en la inactividad en
el puente y en la central de máquinas y las cenas en cubierta con catering.
De esta forma, la vuelta al mundo prosiguió lentamente su curso mes a
mes, sin grandes cambios y sin posibilidad de esparcimiento para la dotación
por motivo de la pandemia.
Como colofón, a la llegada a España, en los actos de recibimiento del
buque en Cádiz, Su Majestad el Rey embarcó para navegar y convivir con la
dotación durante su última singladura, un hecho que pocas veces ha sucedi-do
y que representó un reconocimiento a su trabajo en circunstancias tan
difíciles.
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2022 559