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Arma remota semiautónoma AimLock R-M1. (Foto: ARLE)
Los sistemas con inteligencia artificial pueden recopilar datos sobre el
terreno, obtenidos de los sensores propios de equipamiento automático, satéli-tes,
drones... y otros extraídos de la red, producto de motores de búsqueda
para vídeo, imágenes, texto, etc. Esta fusión de datos no estructurados prove-nientes
de fuentes heterogéneas son aportados por modernos algoritmos de
inteligencia artificial y técnicas estadísticas clásicas.
El algoritmo de inteligencia artificial puede resolver divergencias y estable-cer
relaciones entre la información recibida de distintos sensores, evaluando el
nivel de credibilidad. Una vez obtenidos los datos, procesados y analizados,
el algoritmo puede realizar una presentación evaluada, contribuyendo a la
Common Operational Picture (COP). Con esto no se muestra un único sistema
con inteligencia artificial, sino otros que trabajan para otra herramienta de inteli-gencia
artificial al objeto de presentar un resultado de toda la información obte-nida
y evaluada en tiempo real para facilitar la toma de decisión del mando.
Añadiendo datos obtenidos de la experiencia y el conocimiento de los
elementos hostiles, de la doctrina propia y ajena y de las posibles amenazas, la
inteligencia artificial puede facilitar la tarea de la evaluación de la situación y
la elección de la línea de acción más óptima fundamentada en el análisis de
las posibles alternativas y la predicción de las consecuencias de cada una
de ellas. Los algoritmos de inteligencia artificial pueden determinar cuándo la
obtención de información adicional no impactaría de manera relevante sobre
la decisión basándose en el histórico de experiencias.
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