ACERVO CULTURAL DEL CUERPO
INFANTERÍA DE MARINA
LAS SARDINETAS
EN EL CUERPO DE
4 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA
Los infantes de marina españoles contamos en nuestro
uniforme con unos elementos externos que nos distinguen de
cualquier otro miembro de las Fuerzas Armadas. Son las
conocidas sardinetas que portamos en las bocamangas.
La primera vez que aparecieron citadas las sardinetas, para ostentarse
en los uniformes militares españoles fue en un documento del
año 1734. Pero éstas sólo estaban reglamentadas para ser lucidas por
los granaderos, ya que no eran más que unos trocitos de galón áspero,
que bordados en las mangas de las casacas, servían de rascador para
encender las cerillas con las que prender las mechas de las granadas de
mano antes de lanzarlas. Pero en la Armada, quizás por eso de que
pudieran mojarse con el agua de mar y por tanto inutilizarse, los
granaderos de marina en sí no portarían esas sardinetas todavía en sus
uniformes, manteniéndose en las bocamangas tan sólo los habituales
tres botones dorados.
Tras la Real Orden de 23 de noviembre de 1785 aparecerían en la
Armada esas tres sardinetas, pero sólo como divisa para los condestables
primeros del Cuerpo de Artillería de Marina, no siendo aparentemente
más que unos ojales para los botones de las bocamangas, quizás
para recogerlas y así favorecer el trabajo de estos hombres.
Los granaderos antes mencionados se habían creado en España por
Real Orden el 26 de abril de 1685, a semejanza de los que operaban en
Francia desde hacía veinte años. Estos granaderos eran los especialistas
en la utilización durante el combate de las granadas1. En un principio
se eligieron para esta función a los cuatro hombres más robustos y
valientes de cada regimiento «para desalojar a los sitiados del camino
cubierto».
Esta Real Orden, firmada por Carlos II, decía así: «Teniéndose no sólo
por útil, sino necesaria, la introducción de compañías de granaderos en
mis Ejércitos como se estilan en los de otros príncipes, a que da justo
motivo la forma con que se sirven de ellas los enemigos, para poderles
hacer oposición y ofensa con igualdad de armas en las operaciones; he
resuelto que, en cada uno de los Ejércitos de Cataluña, Flandes y Milán,
se formen cuatro compañías, de a cincuenta hombres cada una,
escogiéndose los que fueren más a propósito para este manejo y armán-dolas
con fusiles y bayonetas que se puedan fijar en ellos, de manera que
después de haber disparado les sirvan como chuzos o medias picas; y que
Granadero de Marina de mediados del siglo XVIII
Divisa del condestable de Artillería de Marina
1 Que eran unos ingenios explosivos formados por un recipiente de metal, barro o cristal relleno de pólvora, llamados así por su parecido al fruto del
mismo nombre.