NUESTROS LEGIONARIOS
CABO ALBA VERDEJO GONZÁLEZ
LA LEGIÓN EN EL CORAZÓN
Tengo 32 años y soy natural de Almería, quizá por ello mi vida
siempre ha girado en torno a dos puntos de referencia, la vida
militar, concretamente La Legión por su proximidad, y el mar.
Tras 13 años en las Fuerzas Armadas a las que ingresé con
18 años, me marcho orgullosa de haber pertenecido durante
estos dos últimos años a una unidad tan querida por la
sociedad como es La Legión.
Desde que alcanzo a recordar, siempre he sentido atracción
por la vida militar. Creo que este sentimiento es vocacional
pues, desde siempre, me han impresionado los desfiles
y observaba con admiración los videos del paso de «pista
americana», las formaciones de orden cerrado, etc. Yo sentía
que tenía que estar ahí, ser una más, aun sin conocer aún
desde dentro a La Legión. Cuando llegué destinada a Almería
y pasé a formar parte de la BRILEG, en la Compañía del
Cuartel General, tenía que demostrar que nadie era mejor
que yo, y para eso hay que sufrir y apoyarse en las damas
y caballeros legionarios compañeros. En realidad, lo que
hacemos es crear familia, por las profundas vivencias que
compartimos y que hacen que la unión sea nuestra fuerza.
En mis reflexiones siempre me digo que nuestra preparación
tiene como finalidad sobrevivir en situaciones hostiles, por lo
que tenemos que darlo todo.
En La Legión no existe discriminación ni brecha salarial y,
a la hora de ascender, sólo se tiene en cuenta la capacidad
y el estudio. He de añadir que nunca he tenido ni mejor ni
peor trato por ser mujer, compartimos todos los servicios
y funciones, y cuando vamos de maniobras, no existen ni
hombres ni mujeres.
Me quedo con todas las experiencias que me han
enriquecido como persona y, especialmente, el espíritu de
compañerismo. No puedo sino recordar con gran cariño y
orgullo, la competición a nivel nacional Tui-Santiago en la
que participé en mi destino en la BRILAT (Galicia), y donde
la unión y el «no ponernos límites al esfuerzo», nos convirtió
en campeonas. Mi destino actual con el que me despido es
en el Grupo de Artillería II de La Legión, perteneciendo a la
Batería de Plana Mayor, donde ascendí a cabo. Guardaré en
mi memoria momentos inolvidables de esta última etapa y,
con toda seguridad, añoraré a mi familia profesional y como
no, al «chapiri» y a nuestro Credo Legionario.
En definitiva, los años que he pasado en La Legión han sido
una experiencia enriquecedora y un verdadero privilegio
porque me han dado todo lo que soy en la actualidad,
disciplina, educación en el esfuerzo y espíritu de equipo
entre otros muchos valores.
En la actualidad, y tras aprobar las oposiciones a la Guardia
Civil, se cumple otro de mis grandes sueños, pertenecer a un
cuerpo militar de élite, de espíritu benemérito, cercano a la
sociedad y con todos los principios militares que se funden en
su lema «el honor es mi divisa». Y si todo sale como espero
y deseo, podré alcanzar otra gran meta, que es el servicio
marítimo y subacuático. Por todo ello, puedo decir que la
vida militar me lo ha dado todo y me está permitiendo cumplir
todos mis sueños.
I-558 41