Boletín Técnico de Ingeniería
PLANTEAMIENTO DE UN SISTEMA DE EVACUACIÓN DINÁMICO
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TN. (CIA) D. HEITOR MARTÍNEZ GRUEIRA
(GIMOE)
COAUTORES: TN. (CIA) DR. LUIS FRANCISCO SÁNCHEZ ÁLVAREZ
(CEMEDEN)
DR. JOAQUÍN SANCHO VAL
(CUD-Zaragoza)
1. Introducción
En el momento mismo que un hombre primitivo decidió valerse de un madero para desplazarse sobre una
corriente de agua, se dio inicio al hito de la navegación y con él, al riesgo inherente de sufrir un accidente de
consecuencias imprevisibles o incluso fatales.
Con el devenir de los siglos, han mejorado drásticamente las técnicas y materiales de construcción naval, así
como los procedimientos y equipos de navegación, lográndose reducir en gran medida este riesgo, a pesar
del enorme incremento del número de buques que operan en las distintas rutas marítimas.
Sin embargo hasta bien entrado el siglo XX, la seguridad del pasaje y de la propia tripulación, no era un tema
trascendente, ni mucho menos tenía el carácter legislativo con el que cuenta actualmente. Por el contrario y
en modo paralelo, la seguridad de las dotaciones de buques militares, han contado desde siempre con un
tratamiento completamente diferente, puesto que se trata de personal muy especializado que desempeña
funciones de alto riesgo, lo que requiere garantizar su integridad física.
Hundimientos que todavía se mantienen latentes en la memoria militar como los del HMS «Hood» (1941), el
acorazado de la Kriegsmarine «Tirpitz» (1944) o el HMS «Sir Galahad» (1982); ponen de manifiesto el alto
riesgo al que se enfrentan los buques militares durante una contienda y por ende, sus dotaciones.
Minimizar los riesgos o cuanto menos, mitigar sus efectos, son temas tratados recurrentemente en el devenir
del tiempo, mediante la implementación de nuevas técnicas y tecnologías, que han permitido disponer actualmente
de unos estándares de seguridad nunca vistos en el entorno naval militar.
2. El entorno naval militar y la seguridad
Como contrapunto a la legislación naval civil, surge el entorno naval militar, un entorno reducido, cerrado y
esencialmente caracterizado por su gran aportación técnica y tecnológica. Así mismo, el entorno militar está
eximido del cumplimiento de la legislación naval internacional, como consecuencia de su carácter funcional
y competencial tan remarcados; legislación que por contrapartida es de obligado cumplimiento para todo
buque civil, independientemente del ámbito geográfico de navegación o su pabellón.
Precisamente por esta circunstancia, cada país apresta su propia legislación naval militar ex profesa y como
consecuencia de ello, la homogeneidad normativa internacional no está garantizada; lo que ha producido
situaciones tan pintorescas como que buques de un pabellón concreto, aun encontrándose integrados en