López-Muñoz F., et al.
Pakistán, Guam, el Sudeste Asiático, Nueva Guinea,
China, México, América Central y del Sur, islas del Caribe,
el Océano Índico y áreas específicas de Europa. Esta enfer-medad
ocasiona un cuadro clínico febril agudo, seguido de
una poliartritis crónica que puede continuar durante meses
o años.
• Enfermedad de Mayaro, semejante al dengue, y que es
transmitida por mosquitos. Es más frecuente en Brasil,
Bolivia y Trinidad.
• La fiebre de Oropouche, ocasionada por el virus de Oro-pouche
(OROV), un bunyavirus del grupo Simbu. El
OROV se transmite a los seres humanos a través del Culi-coides
paraensis, una especie de mosquitos picadores pre-sentes
en América del Sur, Central y el Caribe. No existe
una vacuna contra esta infección y puede conducir a
meningitis y meningoencefalitis.
• La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda, hemo-rrágica,
transmitida por mosquitos infectados. El virus
es endémico en las zonas tropicales de África y América
Latina. No hay tratamiento curativo para la fiebre amari-lla.
La vacunación, segura, asequible y eficaz, es la medida
preventiva más importante contra la fiebre amarilla.
Los flavivirus, de los cuales existen tres variantes, europeo,
siberiano y del Lejano Oriente, causan encefalitis. Esta enferme-dad
es transmitida por la picadura de garrapatas, concretamente
por Ixodes ricinus en Europa e Ixodes persulcatus en Siberia y el
Lejano Oriente. Es importante conocer que las garrapatas son
reservorios de vectores y virus, y los roedores pequeños son el
principal huésped amplificador. Otra encefalitis por garrapatas
es causada por el virus Powassan (POWV), un flavivirus que está
relacionado antigénicamente con el virus del Nilo Occidental y
la encefalitis de St. Louis. Tampoco hay vacuna para esta infec-ción
por POWV.
Gran desarrollo de las tecnologías de modificación y edición
genética
Actualmente, la edición genética es una técnica que permite
modificar, añadir o eliminar segmentos de ADN para cambiar
de forma precisa su secuencia, alterando así las características de
un determinado organismo. Entre estas tecnologías, destaca la
CRISPR/Cas9, que es una herramienta molecular utilizada para
editar o corregir el genoma de cualquier célula. Los CRISPR
son familias de secuencias de ADN bacterianos (repeticiones
palindrómicas cortas agrupadas y regularmente interespaciadas
en bacterias; en inglés, clustered regularly interspaced short palin-dromic
repeats)(4).
Posteriormente, los científicos han utilizado la herramienta
CRISPR fuera de las bacterias para cortar y pegar trozos de
material genético en cualquier célula. De este modo, la tecno-
(4) El origen de esta tecnología CRISPR/Cas9, descubierta y desarrollada por
Francisco Martínez Mojica, se encuentra en el sistema de defensa inmunitario
de las bacterias ante los virus. Para ello, las bacterias cuentan con una proteína,
llamada Cas9, que, junto con un ARN guía (gARN), permite identificar, cortar
y destruir la secuencia del ADN vírico. La Cas9 es una nucleasa, una enzima
especializada en cortar ADN, con dos sitios de corte activos (HNH y RuvC),
uno para cada hebra de la doble hélice.
102 Sanid. mil. 2021; 77 (2)
logía CRISPR-Cas9 puede ofrecer la capacidad de modificar
o corregir directamente los cambios asociados a una determi-nada
enfermedad subyacente en el genoma, y proporcionar un
gran potencial en medicina, alimentación, agricultura o medio
ambiente. El poder de estas tijeras moleculares es inmenso, por
lo que fue considerado el mayor avance científico del año 2015.
Y precisamente por ello, se debería controlar su utilización.
Algunos ejemplos pueden ilustrar este punto. El Centro para
Control y Prevención de Enfermedades (CDC) reconstruyó, en
2005, el virus de la gripe H1N1, que ocasionó la mal llamada
“gripe española” de 1918. El objeto de identificar la secuencia
del genoma de este virus fue estudiar las propiedades que lo
hicieron tan agresivo y analizar, con las herramientas y medios
actuales, como hacer frente a un virus de estas características.
Sin embargo, en la investigación y reconstrucción de los ocho
segmentos genéticos del citado virus afloraron numerosos
interrogantes relativos a la bioseguridad. Este argumento está
basado en que la genética inversa (que es la técnica posiblemente
utilizada para reconstruir el virus) se encuentra hoy en día al
alcance de un gran número de laboratorios de varios países. Otro
ejemplo que tuvo lugar en 2018, fue la reconstrucción del virus
de la viruela equina, enfermedad declarada como erradicada por
la OMS en 1980. Todo esto pone de manifiesto el riesgo del uso
de estas tecnologías con fines ilícitos.
Desvío y contrabando de precursores y materiales sensibles
La Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas (CSNU) insta a los Estados a establecer las medidas
apropiadas para evitar y prevenir la proliferación de agentes bio-lógicos
por actores no estatales. Para ello se requiere el diseño
de un régimen de biocustodia a nivel estatal que evite el desvío
y contrabando de materiales sensibles, cuyo objetivo global es
la protección de las personas, propiedades e instalaciones, del
medio ambiente y de la sociedad en su conjunto, de actos ilícitos.
Es decir, el objetivo es minimizar que se puedan producir brotes
biológicos inusuales, tanto de forma accidental, como de forma
intencionada. Para ello, se deben tomar acciones de protección
contra la sustracción y el sabotaje de agentes y materiales bio-lógicos
relevantes en las correspondientes instalaciones que los
albergan, asegurando la puesta en práctica de medidas rápidas,
efectivas y exhaustivas que permitan la protección necesitada.
Todo ello debe estar integrado y coordinado dentro de un Plan
Nacional de Biocustodia.
RETOS Y DESAFÍOS: DETECCIÓN PRECOZ E
IDENTIFICACIÓN DE AMENAZAS
Como se ha mencionado previamente, se considera “poco
probable” la comisión de un ataque terrorista en Europa utili-zando
agentes biológicos. No obstante, para mantener esta baja
probabilidad hay que tener identificados los riesgos y estable-cidos
los elementos de prevención; y en caso de que el ataque
se produzca, dar la adecuada respuesta que reduzca sus efectos.
Las medidas preventivas se basan en el control de los patóge-nos
y la inteligencia sobre la capacidad de acceso a ellos que tienen