Robles: «Tenemos una deuda de gratitud con ustedes. Han
salvado muchas vidas y devuelto la ilusión a mucha gente»
separado; de la protección del pasaje
mientras aguardaba la llegada de las
aeronaves; del control sanitario al que
era sometido antes de subir al avión;
de la inspección del equipaje con dos
perros —Harpo y Liba— especializados
en la detección de explosivos; y
de la atención que recibieron las mujeres,
que solo podía ser prestada por
personal militar femenino. Además,
un miembro de la EADA que se apoyaba
sobre muletas relató a la ministra
el accidente que sufrió, rompiéndose
el peroné, al evitar caer sobre un niño
afgano en el aeropuerto de Kabul.
AEROEVACUACIÓN
La visita a la base aérea
de Zaragoza para rendir
homenaje a los militares
españoles continuó en
las instalaciones del Ala
31. A los miembros de
las tripulaciones de vuelo
y de apoyo en tierra
de los A400M, Margarita
Robles les dio las gracias
por el gran esfuerzo realizado
durante los 13 días
que duró la operación de
evacuación. Previamente,
su jefe, el coronel Domínguez,
le había informado
de las dificultades a
las que se enfrentaron los
aviones para operar tanto
en Kabul como en Dubái,
ya que las instalaciones
aeroportuarias no eran
las más adecuadas para
una misión de este tipo. Además, destacó
Don Felipe visitó el Mando de Operaciones en Retamares (Madrid),
la capacidad de proyección de estas
aeronaves al establecer y mantener
el puente aéreo- Entre las principales
dificultades de la misión, los pilotos de
los aviones de transporte destacaron
los riesgos de avería, que trataron de
minimizar evitando parar los motores
mientras permanecían en la pista entre
toma y despegue, y cuyo funcionamiento,
además, estaba condicionado
por la altitud de Kabul, 2.000 metros,
y las temperaturas extremas.
«Procuramos mantener los aviones
entre 30 o 35 grados y volar en las
horas más frías del día para maximizar
la carga», relató uno de los pilotos.
«Cuando despegábamos, algunas
personas rezaban, otras lloraban. Era
imposible no empatizar con esta gente
que se marchaba sin saber bien adónde
», comentaba un compañero. Otro
recordaba la cara de los niños dentro
del avión: «miraban a su alrededor y no
daban crédito».
OPERACIONES ESPECIALES
Días más tarde, el 27 de septiembre,
la ministra de Defensa visitó el acuartelamiento
Alférez Rojas Navarrete, base
desde donde se coordinó la misión de rescate.
del MOE en Rabasa (Alicante) para
rendir homenaje también a los boinas
verdes participantes en la operación de
evacuación. Margarita Robles atendió
las explicaciones del comandante del
Mando de Operaciones Especiales, general
de brigada Francisco César García
Almenta. y se reunió con el equipo
que estuvo desplegado en el aeropuerto
de la capital afgana el pasado mes
de agosto. «Esta no ha sido una misión
militar propiamente dicha, pero si no
hubiera sido por ustedes, los militares,
no se hubiera podido realizar», les dijo,
aludiendo, por una parte, a la presión
con la que se desarrolló la misión, ya
que había una fecha límite para la evacuación,
y por otra, a «las verdaderas
situaciones de riesgo» que se vivieron,
recordando el atentado que causó la
muerte a trece marines estadounidenses
en una zona que militares españoles
habían abandonado apenas diez minutos
antes.
«Ha sido un orgullo desplegar en
esta operación. No ha sido de las más
complicadas que hacemos, pero había
mucha incertidumbre y drama humanitario
», destacó uno de los boinas verdes.
Este militar se refirió también a las dificultades
que entrañaban la
búsqueda e identificación
de los afganos y a la premura
con la que él y sus
compañeros fueron movilizados:
«Estábamos en la
playa de vacaciones y en
menos de doce horas nos
encontrábamos en Kabul».
A esta disponibilidad
de despliegue inmediato
de los miembros del
MOE se refirió también
Margarita Robles al relatar
la emoción que sintió
cuando la informaron
de que uno de ellos tuvo
que dejar a su mujer dando
a luz y no vio nacer a
su hija. «Pero, al mismo
tiempo —afirmó— se tiene
la satisfacción de haber
ayudado a muchos niños
Casa de S.M. el Rey
afganos, algunos recién nacidos, a que
vengan a un mundo mejor».
Antes de despedirse de los boinas
verdes la ministra de Defensa reiteró
que España es un país «solidario y generoso
y no iba a dejar abandonada a
la gente que colaboró con nosotros. Tenemos
la satisfacción de haber podido
traer a más de 2.000 personas y vamos
a intentar, con prudencia y discreción,
que algunas otras que no pudieron salir
puedan venir».
José Luis Expósito
Octubre 2021 Revista Española de Defensa 27