internacional
La presidenta de la Comisión hizo un llamamiento a la
voluntad política para avanzar en la Europa de la Defensa
pieza clave en la seguridad europea: «la
solución no puede ser cooperar menos,
sino más». También reiteró la sólida
apuesta de Europa por el multilateralismo
y la exportación de estabilidad:
«en un mundo cada vez más disputado,
la protección de los intereses propios
no pasa exclusivamente por la defensa
propia: es preciso forjar asociaciones
sólidas y fiables. No estamos ante
un lujo, sino ante la premisa misma de
nuestra estabilidad».
Con una clara intención de intercambiar
opiniones, llamar a la reflexión
y limar reticencias, Von der Leyen, reclamó
a los 27 en su discurso sobre el
Estado de la Unión 2021 la voluntad
política requerida para hacer realidad
esta Europa de la Defensa, algo que
ya contempla el Tratado de la Unión
y que, sin duda, ha dado grandes pasos
en los últimos años con medidas
como la Cooperación Estructurada
Permanente, el Fondo Europeo de Defensa
o la Revisión Anual Coordinada,
pero que necesita un nuevo impulso.
«Tenemos que fundar un mecanismo
de decisión conjunta que termine con
el principio de unanimidad que hasta
ahora ha impedido cualquier decisión
política operativa». Se pretende así terminar
con ciertas reticencias de algunos
países, especialmente del grupo de
Visegrado, y permitir avanzar aún más
a los que sí quieren hacerlo, entre ellos
los denominados cuatro grandes (Alemania,
España, Francia e Italia). «Se
ha venido hablando durante estas últimas
semanas de las fuerzas expedicionarias,
en particular de su carácter y
su cuantía, de si han de adoptar la forma
de grupos de combate o de fuerzas
de entrada. No cabe duda de que esta
cuestión concreta se tendrá que debatir,
pero lo fundamental es por qué esta
idea no ha funcionado hasta la fecha.
Podemos contar con los efectivos más
avanzados del mundo, pero ¿de qué
sirven si jamás nos preparamos para
emplearlos? La razón de esta inacción
hay que buscarla no en la falta de capacidad,
sino en la carencia de voluntad
política a la hora de recurrir a nuestros
efectivos». Y propone tres medidas con
las que debemos comprometernos para
mejorar nuestra capacidad de acción: la
primera, sentar las bases para la toma
de decisiones colectiva mejorando la
cooperación en materia de inteligencia
y compartir una información y un conocimiento
común de la realidad que
nos rodea para lo que la UE se planteará
crear su propio centro común de
análisis «para aunar las distintas informaciones,
estar mejor preparados, más
informados y ser capaces de decidir».
La segunda, mejorar la interoperabilidad
«para lo cual ya estamos invirtiendo
en plataformas europeas comunes,
desde los aviones de combate a los
drones, pasando por cuestiones de cibernética
(…) Pero hemos de seguir
planteándonos nuevas vías de sinergias
como, por ejemplo, eximir del IVA la
adquisición de material de defensa desarrollado
y fabricado en Europa». Y
la tercera, desarrollar una política europea
de ciberdefensa.
RESPUESTA HUMANITARIA
Afganistán y la respuesta europea a
corto plazo ocupó también un lugar
protagonista en el debate del Parlamento
Europeo del día 14 en Estrasburgo
y en el Consejo de la UE de los días
20 y 21 preparatorio de la cumbre de
jefes de Estado y Gobierno del próximo
octubre. El Alto Representante de
la Unión para la Política Exterior y de
Seguridad acudió a Estrasburgo para
explica y debatir las conclusiones de
las reuniones informales de los titulares
de Defensa y Exteriores celebradas
en Eslovaquia de forma paralela en los
primeros días del mes. Josep Borrell
informó de que los ministros habían
coincidido en señalar que nuestra primera
obligación es proteger a quienes
están en riesgo tras la llegada al poder
de los talibanes y, al mismo tiempo,
analizar lo sucedido y reflexionar sobre
las lecciones aprendidas para evitar
una situación parecida.
Además, Borrell volvió a demandar
ante los eurodiputados la necesidad de
crear una fuerza de intervención: «A
veces las cosas se ponen feas, la palabra
no basta y, aunque solo sea por su
carácter disuasorio, una capacidad militar
la tiene que tener cualquier actor
que se quiera llamar a sí mismo geopolítico
». Sobre los contactos con las nuevas
autoridades afganas, explicó que la
evacuación de numerosas personas en
riesgo «debe continuar» para lo que
será necesario «hablar, discutir y acordar
cuando sea posible». Eso sí, insistió
en que el nivel de contactos siempre se
basará en unas condiciones y se valorará
el nivel de profundización de esa
nueva relación en virtud de una serie
de criterios que pasan por el respeto a
los derechos humanos, en especial los
de las mujeres y las niñas, y el grado
de inclusividad y representatividad del
Gobierno nacido tras la toma del poder
de los fundamentalistas.
En el debate posterior, el reclamo
para no abandonar al pueblo afgano
fue prácticamente unánime. La eurodiputada
socialista española Iratxe García
Pérez señaló que es importante ver
cómo podemos colaborar a estabilizar
el país y proteger los derechos de su
gente. «Hemos establecido un centro
en Madrid para asistir a aquellos que
Fred Marvaux/Parlamento Europep
Josep Borrell durante el debate sobre el
papel de la UE en Afganistán.
58 Revista Española de Defensa Octubre 2021