Para planear las operaciones en esta
nueva zona gris, la Alianza Atlántica
creó en 2017 el proyecto Training by gaming
(entrenamiento por juego). En este
reto se han involucrado universidades de
varios países, academias militares y centros
de entrenamiento OTAN. El «juego
» se inicia con el diseño de un nuevo
tablero, pongamos por ejemplo, un país
democrático que es amenazado por una
potencia en expansión que no respeta la
legalidad internacional ni las fronteras.
Esta nación puede sufrir ciberataques
que sabotean el normal funcionamiento
de los cajeros de los bancos, de los semáforos
o de la electricidad en los edificios
públicos. También habrá acciones de
fuerza por parte de hombres armados
que —sin distintivos militares ni uniformes
oficiales— toman los puertos y aeropuertos
mientras que en otras ciudades se
producen actos de sabotaje y vandalismo.
En este nuevo juego ya no habrá solo
dos equipos sino varias fichas en función
del tablero: habrá un ejército propio y
uno enemigo, sí, pero también puede
haber coaliciones internacionales, organizaciones
supranacionales, ONGs, actores
económicos, potencias energéticas,
distintos grupos étnicos… Se trata de un
«parchís» virtual con un tablero muy
distinto al clásico.
La Alianza todavía no ha puesto a
jugar a generales ni oficiales de estado
mayor. Las fichas las mueven jóvenes
universitarios que no están encorsetados
por la doctrina militar. Son estudiantes
de informática, relaciones internacionales,
sociólogos, economistas, ingenieros...
Un «facilitador» dirige el juego ayudado
por programas informáticos para dar
vida a ese mundo virtual.
SIMULACIÓN PREVIA
Durante su adiestramiento, los ejércitos
también «juegan» a su manera. El
soldado que durante unas maniobras
asalta una posición imagina que allí
está el enemigo. Algo similar hacen los
jefes militares que dirigen fuerzas en
los ejercicios: en escenarios diseñados
previamente, deberán tomar decisiones
en función de diversas variables,
como son la operatividad de su propio
ejército, el armamento y capacidad del
enemigo, las condiciones meteorológicas
o el terreno…. Otro «juego» al fin
y al cabo.
Ya sea en base al ajedrez de Von
Reisswitz, a los métodos clásicos del
ROC-drill o cajón de arena, a los juegos
de guerra dirigidos por ordenadores, o
al parchís de la OTAN, la simulación
previa de una operación militar es el
primer paso para su planeamiento.
Desde hace siglos, cualquier orden
de operaciones que se redacta para una
operación militar se ha «jugado» antes
para intentar mejorarla, protegiendo
nuestras fuerzas y buscando las vulnerabilidades
del enemigo. «Train as you
fight» es el mantra que se repite en los
cuarteles generales de la OTAN. «Entrena
como lucharías». Esa frase vale
tanto para el soldado que debe asaltar
una cota como para el general que debe
firmar la orden de operaciones. Cuanto
más se parezca el tablero, las fichas, el
dado y las reglas del juego a la realidad,
más garantía de victoria.
Tcol. (ET) Juan José Crespo
La realidad
virtual simula los
nuevos problemas
de seguridad y
la manera de
afrontarlos
Octubre 2021 Revista Española de Defensa 55
LANDCOM
En el método ROC-drill,
placas, banderas y otras
piezas se mueven sobre
un gran mapa para
representar la ejecución
de los planes.