El comandante supremo aliado en Europa explica que todas las operaciones y misiones
de la Alianza se mantienen durante la pandemia respetando las medidas de seguridad.
puede complementar y apoyar los esfuerzos
nacionales e internacionales en
esta pandemia sin afectar al propósito
fundamental de la Alianza: la disuasión
y la defensa de la zona euroatlántica.
Es un plan flexible y ampliable conforme
al nivel de demanda y de recursos
puestos a disposición por parte de los
aliados.
—Ha afectado el COVID-19 a las
misiones y operaciones en curso?
—Como he dicho, la Alianza Atlántica
sigue centrada en la disuasión y la
SHAPE
defensa de nuestra área de operaciones
y nuestro objetivo durante la pandemia
es asegurar que esta crisis sanitaria no
se convierta en una crisis de seguridad.
Para ello, mantenemos una estrategia
basada en medidas prudentes que permitan
preservar la salud del personal
y, al mismo tiempo, continuar nuestra
labor y garantizar la eficacia de nuestras
operaciones, misiones y actividades.
Nuestras fuerzas son resilientes
y mantienen sus misiones en todos los
ámbitos —aire, tierra, mar, ciber y espacio—
respetando al mismo tiempo la
evolución de las normativas nacionales
a causa de la pandemia. En definitiva,
el Mando Aliado de Operaciones que
yo dirijo sigue cumpliendo su mandato
fundamental.
—¿Cómo ve el futuro de las misiones
en Afganistán e Irak?
—Todos los aliados siguen comprometidos
con la lucha contra el terrorismo.
Como parte de la Coalición Global
para derrotar al autodenominado Estado
Islámico, contribuimos con vuelos de
inteligencia AWACS y proporcionamos
adiestramiento a las fuerzas iraquíes
porque, insisto, la Alianza Atlántica
mantiene su compromiso de trabajar
con Irak para asegurar que el Daesh no
vuelva. En este sentido, los ministros
de Defensa de la OTAN encargaron
recientemente a nuestros mandos militares
que ampliaran la misión en Irak.
Seguiremos consultando con la Coalición
Global y con las autoridades iraquíes
sobre el camino a seguir.
Respecto a Afganistán, la OTAN
también continúa apoyando a las fuerzas
de seguridad afganas con adiestramiento
y financiación. Los acuerdos
entre el gobierno afgano y los talibanes
alcanzados en Doha son frágiles,
pero son la mejor opción que tenemos
para la paz en toda una generación. La
OTAN apoya el proceso de paz, y como
parte de él, seguimos adaptando nuestra
presencia allí. Decidimos ir juntos
a Afganistán y juntos tomaremos las
decisiones sobre las futuras adaptaciones;
y, cuando llegue el momento, nos
iremos juntos. Queremos preservar los
avances que hemos logrado con tanto
sacrificio en las dos últimas décadas, y
asegurarnos de que Afganistán nunca
más se convierta en un refugio seguro
para que los terroristas puedan atacar
a nuestros países.
—¿Qué está haciendo la Alianza
para defenderse de nuevas amenazas
como los ciberataques o la desinformación?
—Por lo que respecta a la ciberseguridad,
la OTAN está siendo más ágil
y está aumentando su capacidad para
responder a este tipo de amenazas a la
velocidad y magnitud a la que se producen.
Para ello realizamos ejercicios
conjuntos de forma regular, porque desarrollar
y poner en práctica continuamente
Febrero 2021 Revista Española de Defensa 51