A N Á L I S I S
El Tratado de No Proliferación Nuclear ha mantenido
el equilibrio entre las potencias e impulsado acuerdos
bilaterales como el recién extendido New START
EL DESARME Y LA
NO PROLIFERACIÓN
en el 50º aniversario del TNP
Capitán de fragata Ricardo Valdés Fernández
Dirección de Coordinación y Estudios de Seguridad y Defensa
LA Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde su
creación, tiene la aspiración de trabajar por un desarme
multilateral y la limitación de la carrera armamentística como
elementos necesarios para el mantenimiento de la paz y la
seguridad mundial. La Carta de la ONU confiere a la Asamblea
General competencias en el desarme y el control de armamentos.
La ONU dispone en su estructura de una oficina en Ginebra, la
UNODA (UN Office for Disarmament Affairs), que apoya —además
de tener otros cometidos— a la Conferencia de Desarme.
Dicha Conferencia es el único organismo multilateral de negociación
para las cuestiones de desarme, independiente de la
estructura de la ONU y que informa de sus avances anual y voluntariamente
a la Asamblea General. Tiene una agenda fija —conocida
como «Decálogo», por los diez asuntos a tratar— y cuenta
con 65 miembros permanentes estructurados en cuatro grupos
(Europa Occidental, Europa del Este, Países No Alineados y China).
La Conferencia ha conseguido —no sin pocas dificultades y
tras largas negociaciones— avanzar en la multilateralidad con la
aprobación de diversos Tratados y Acuerdos así como entablar
negociaciones que han definido el marco actual para el desarme y
control de armamento. En el ámbito de las armas nucleares, destaca
el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) por
ser el único acuerdo multilateral que representa un compromiso
vinculante para los Estados poseedores de armas nucleares respecto
del objetivo del desarme.
Asimismo, la Organización para la Seguridad y Cooperación
en Europa (OSCE) ha realizado esfuerzos paralelos a los de la
Conferencia de Desarme en el ámbito del armamento convencional.
Se trata de un foro multilateral para el diálogo que trabaja para
alcanzar acuerdos que fomenten la previsibilidad, la transparencia
y la estabilidad militar para reducir el riesgo de que se produzca un
conflicto importante en el territorio europeo. Los principales acuerdos
alcanzados son el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales
en Europa (FACE), el Documento de Viena y el Tratado
de Cielos Abiertos.
Este último, el de Cielos Abiertos, ha sufrido un duro revés al
retirarse EEUU, el pasado año, y Rusia recientemente. La retirada
será efectiva en seis meses una vez se notifique oficialmente,
proceso que ha tenido lugar ya en el caso norteamericano. Esta
decisión deja a los aliados europeos con pocas posibilidades de
controlar las actividades rusas, principalmente en su frontera. La
adhesión de EEUU al Tratado, a día de hoy, es difícil porque requiere
el trámite obligado de aprobación por el Senado y la actual
Administración, aunque se muestre favorable, no cuenta con los
suficientes apoyos.
PREVENIR LA PROPAGACIÓN
El TNP es un Tratado internacional clave cuyo objetivo es prevenir
la propagación de las armas nucleares y la tecnología armamentística,
promover la cooperación en la utilización de la energía
nuclear con fines pacíficos e impulsar el objetivo de lograr un desarme
nuclear general y completo. La verificación del cumplimiento
del Tratado está encomendada al Organismo Internacional de la
Energía Atómica (OIEA) que, sin ser parte del Tratado, suscribe
Acuerdos de Salvaguardias Globales (actividades de información
e inspección que realiza con los Estados Parte). Sus logros más
54 Revista Española de Defensa Febrero 2021