SECCIONES - OBSERVATORIO INTERNACIONAL
LOS DESAFÍOS A LOS QUE SE ENFRENTA TSAI
ING-WEN EN SU NUEVO MANDATO
Alberto Pérez Moreno
Coronel de Infantería DEM retirado
La victoria electoral de Tsai Ing-wen y
su Partido Democrático Progresista
(DDP) en enero ha marcado un punto
de inflexión en las relaciones entre la
República Popular China (PRC) y la República
de China (ROC) —nombre oficial
de Taiwán— al marcar el final de una
transformación iniciada en 1987. El 20
de mayo inauguraba Tsai su segundo
mandato como presidenta, y en su
discurso anunciaba que buscará «paz,
paridad, democracia y dialogo» en sus
relaciones con China, pero también
señaló que no acepta que Pekín utilice
«un país, dos sistemas» para degradar
a Taiwán y socavar el statu quo en el Estrecho,
a la vez que alegaba que su gobierno
y Pekín «tienen el deber de encontrar
una manera de coexistir a largo
plazo y evitar la intensificación del antagonismo
100 / Revista Ejército n.º 953 • septiembre 2020
y las diferencias»1. Unas
declaraciones que unidas a la apuesta
por las nuevas tecnologías y disminución
de la integración económica con
China, son todo un reto frente a las intenciones
de Pekín, como indicaba un
día después el Ministro Consejero de
Asuntos Continentales chino, Chen
Ming-tong, al declarar que «ya se ha
abierto una página en la historia sobre
el «consenso de 1992»2. Aunque posteriormente
el portavoz de la Oficina
china de Asuntos de Taiwán, Ma Xiaoguang,
matizó que la «reunificación
pacífica» con Taiwán permanece sin
cambios, todo indica que Xi Jinping ve
la anexión de Taiwán como una misión
que aseguraría su lugar en la historia.
El hecho de que el inicio del nuevo
mandato de Tsai haya coincidido con
la reactivación de disturbios en Hong
Kong por la controvertida Ley de Seguridad
Nacional china que aprobada
el 1 de julio eliminara libertades en la
excolonia británica, y la acogida mostrada
por Taiwán a los hongkoneses
que tengan vínculos con la isla, ha supuesto
una advertencia de Pekín por
ofrecer protección a los «alborotadores
»3, que añade nuevas tensiones a
los desafíos a los que se enfrenta Tsai
en su nuevo mandato.
NUEVAS OPORTUNIDADES
PARA TAIWÁN
La reelección de Tsai ha supuesto una
victoria aplastante del DPP al vencer
al candidato del Kuomintang (KMT),
Man Kuo-yu por casi un 20 % de votos.
Además, la posterior revocación
de este como alcalde de la ciudad de
Kaohsiung, ha supuesto un duro golpe
para el KMT y su postura pro China,
algo confirmado en una encuesta
cuando el 75,3 % de la población se
considera taiwanesa y solo el 4,7 china.
Una situación que supone para el
DPP la culminación de una transformación
que comenzó con las reformas
democráticas a comienzo de los
noventa, y ahora, al disponer de una
clara mayoría en el Congreso, permitirá
a Tsai continuar reformas económicas
e industriales, racionalización de
la economía y fortalecimiento de lazos
con Estados Unidos, Europa, sudeste
de Asía, India, Japón, Australia y Nueva
Zelanda4.
Aunque la presión de China ha supuesto
para Taiwán una pérdida constante
de aliados, —solo 15 países
mantienen relaciones diplomáticas
con Taiwán tras el abandono de Islas
Salomón y Kiribati en 2019—, el hecho
de que Tsai reuniera en una recepción
a 9 delegaciones comerciales y culturales,
entre ellas tres europeas, es un
indicativo de su proyección exterior5.
Pero sobretodo el éxito conseguido
por el gobierno taiwanés al combatir
rápidamente la COVID-19 —que solo
ha tenido 442 casos confirmados y 7
muertos en una población de 26 millones—,
unido a la donación de millones
de mascarillas a la UE y a países
del sudeste asiático, son argumentos
que permitirán a Tsai mejorar el poder
blando de Taiwán y contrarrestar la influencia
de Pekín. Prueba de ello es
que Estados Unidos calificó a Taiwán
como un verdadero amigo en tiempos
de necesidad, Canadá agradeció
el envío de mascarillas, y Japón haber
brindado asistencia a hospitales.