Entrevistas realizadas a miembros del PC MCT
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En el primer punto se explica la relación
establecida durante la operación
Balmis con los medios de comunicación
social. El sistema de comunicación
del Ejército de Tierra ha jugado
un papel relevante, al facilitar el trabajo
y el contacto permanente entre todas
las partes intervinientes.
La labor del oficial de información pública
destacado en el Mando Componente
Terrestre (MCT) como nexo de
unión entre el propio MCT, el Mando
de Operaciones y el Departamento
de Comunicación (DECET) del Ejército
de Tierra se analiza en un segundo
apartado.
El tercer punto detalla con cifras y
porcentajes el impacto que ha tenido
en la opinión pública la participación
del Ejército en la operación. También
se incluyen en este punto unos apuntes
sobre comunicación interna.
El apartado final está dedicado a la
política de transparencia en la difusión
de la información pública y las
relaciones con los medios de comunicación
durante el desarrollo de la
labor desempeñada por nuestros militares.
EL SISTEMA DE
COMUNICACIÓN DURANTE
LA OPERACIÓN BALMIS Y LA
RELACIÓN CON LOS MEDIOS
DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Durante la operación Balmis, el Departamento
de Comunicación del
Ejército de Tierra se ha centrado en
la comunicación de la misión. Su Oficina
de Prensa, bajo la dirección del
coronel jefe del Departamento (y en
coordinación con las otras áreas de
este), ha continuado desempeñando
sus cometidos habituales de relaciones
con los medios de comunicación
social, con la Dirección de Comunicación
Institucional de la Defensa
(DIRCIDEF) y las relaciones funcionales
habituales con el sistema de comunicación.
Esta labor se ha realizado
a través de las Oficinas de Comunicación
(OFCOM) de los mandos de primer
nivel y, si la urgencia lo requería,
con las OFCOM implicadas. Además,
para mantener más informados a los
diferentes actores implicados, los resúmenes
de prensa elaborados se
ampliaron a dos diarios, fines de semana
incluidos.
De la estructura propia del DECET se
destacó un oficial como oficial de información
pública del MCT, con el que
se ha trabajado en estrecha colaboración
y con un contacto permanente
para desarrollar la política de información
pública marcada.
Se intentó, desde los primeros días,
dotar de agilidad a la comunicación,
de forma que las unidades que actuaban
sobre el terreno (desde el nivel
compañía hasta el pelotón) designasen
un portavoz que siguiera las
instrucciones emanadas del anexo de
Información Pública de la Orden de
Operaciones y atendiese a los medios
sobre la marcha. Es decir, si en la zona
de acción de alguna unidad desplegada
aparecía un medio de comunicación,
el portavoz designado tenía autorización
para explicar quiénes eran
y qué estaban haciendo. Este sistema
de trabajo ha permitido no perder
oportunidades con los medios locales
y regionales. En este sentido, había
dos puntos importantes que tener
en cuenta en estas intervenciones, en
todos los aspectos: en primer lugar, el
mensaje era siempre (si bien citando
a la unidad) «Ejército de Tierra», que
es, por así decirlo, la «marca» a la que
se debía dar visibilidad. En segundo
lugar, se hablaba solo de cuestiones
técnicas, evitando entrar en polémicas
con otros temas; por citar un
ejemplo, no se hacían comentarios
sobre el posible estado de las residencias
que se desinfectaban.
A un nivel superior, cada brigada o
mando tenía designado un portavoz,
normalmente G-9 o el encargado habitualmente
de esta misión. Si la situación
lo requería, como pudiera ser
una entrevista a un responsable del
centro de crisis o seguimiento, se designaba
un portavoz ad hoc.
Un tema que hubo de resolverse sobre
la marcha, al no estar contemplado
en el sistema de comunicación, fue
el papel de los representantes institucionales
del Ejército de Tierra y de los
comandantes militares. La solución
adoptada, en aquellas zonas donde
convergen unidades de diferentes cadenas
de mando (también en función
de la situación de cada lugar) fue que