insuficiente para absorber procesos
de emergencia y que, seguro, provocarán
modificaciones en el subsistema
de adquisiciones de SIGLE (Sistema
Integrado de Gestión Logística del
Ejército) que permitan atender estos
procesos de emergencia.
Al igual que en lo referido al mantenimiento
del sistema, en cuanto al uso
de la herramienta SIGLE se está manteniendo
un servicio de 24 horas para
consulta, asesoramiento y resolución
de incidencias funcionales que está
monitorizando la carga de datos y el
cumplimiento de la Orden Administrativo
Logística.
LA CAPACITACIÓN
Una de las primeras medidas adoptadas
por el MOPS, en el marco de la
operación Balmis, fue la de centralizar
en el Ejército de Tierra, y más en
concreto en el MALE, las diferentes
adquisiciones de recursos y materiales
necesarios para el apoyo al dispositivo
de despliegue militar diseñado
para la lucha contra la propagación
del virus, incluyendo todo el material
y los recursos sanitarios.
Desde el primer momento en el que se
tuvo conocimiento de esta decisión, la
Jefatura de Asuntos Económicos del
Mando de Apoyo Logístico del Ejército
de Tierra (JAEMALE) reorganizó
sus prioridades y dirigió sus esfuerzos
hacia una colaboración decidida y urgente
en los procesos de contratación
del material sanitario y de apoyo al
despliegue demandado por el MOPS.
A pesar de la experiencia y el conocimiento
intrínsecos a esta JAEMALE,
respecto a la adquisición de recursos
logísticos, la situación actual ofrecía
retos importantes, como son los relativos
a la utilización del procedimiento
de emergencia, la adecuación en
la aplicación SIDAE/IRIS de este tipo
de tramitación de contratos, la incorporación
de las diferentes novedades
normativas relacionadas con la crisis
sanitaria COVID-19 o la tramitación
de libramientos que justificar en conceptos
no autorizados por la OM DEF
388/20065.
Otra línea de actuación importante
está siendo la desarrollada por la
Sección de Enlace Internacional y
Derechos Arancelarios (SEIDA) de la
JAEMALE, que negocia con organismos
internacionales de la Defensa,
como la Agencia de Adquisiciones de
la OTAN (NSPA), las gestiones aduaneras
o la consolidación de transportes
internacionales en una difícil situación
de cierre de fronteras, con una importante
caída en el tráfico aéreo comercial,
lo que ha obligado a gestionar ad
hoc transportes puerta a puerta.
Los diferentes expedientes tramitados
por la JAEMALE, en perfecta sincronía
con el resto del MALE, han permitido
entregar en el Parque y Centro
de Abastecimiento de Material de Intendencia,
74 / Revista Ejército n.º 953 • septiembre 2020
como centro logístico responsable
de recepcionar, clasificar y
distribuir, el material y los recursos
necesarios para el despliegue de las
unidades.
Estos suministros adquiridos van
desde equipos de protección individual
(EPI), tales como mascarillas,
monos y gafas de protección o guantes;
otro material de protección específico,
como batas quirúrgicas, delantales
o calzas; productos de limpieza,
higiénicos y desinfectantes, como geles
hidroalcohólicos, mochilas pulverizadoras,
desinfectantes, escobillones
o esponjas; aparatos de medicina,
como test de detección, respiradores,
termómetros o bombas de nutrición;
prendas de vestuario, como chalecos
y brazaletes de agente de la autoridad
o cintas de identificación, con un importe
total cercano a los ocho millones
de euros6.
Todos estos artículos, que previamente
no existían en los inventarios
del Ejército de Tierra, ha sido necesario
catalogarlos, darlos de alta y
recepcionarlos en una situación de
excepcionalidad que ha obligado a
desarrollar una labor contrarreloj con
los responsables de catalogación y
control de calidad, lo que ha puesto
en valor la profesionalidad, experiencia
y conocimientos técnicos de dicho
personal. A día de hoy se siguen catalogando
e inspeccionando recepciones,
así como ejecutando pruebas de
calidad de artículos que siguen siendo
recepcionados.
Había llegado el momento de comprobar
si la nueva organización, los
procedimientos y la preparación eran
adecuados para poder sostener escenarios
de alta intensidad en la demanda,
con profundas limitaciones en el
escenario de actuación, y el MALE ha
sabido y ha podido estar por encima
de lo que se esperaba. No obstante, y
como no podría ser de otra manera,
se continua tomando nota de las debilidades,
reescribiendo los procesos,
actualizando las aplicaciones, fundamentalmente
el SIGLE, y analizando
los requerimientos y los resultados
para encontrar una ventana de oportunidad
en la que desarrollar esas mejoras
que permitan afrontar futuras
crisis con mejores resultados.
CONCLUSIONES
A día de hoy, nuestro general de Ejército
JEME ha identificado la «capacidad
logística» como uno de los cinco
pilares de la aportación del Ejército
de Tierra a la lucha contra el coronavirus.
El MALE se ha visto obligado a
una continua adaptación para dotar y
sostener al ejército durante la operación
Balmis rediseñando las prioridades
en los procesos de adquisición,
contratación, estimación de necesidades,
integración de las actividades
de gestión logística y apoyo de ingeniería.
También ha debido adaptarse
para la gestión de recursos muy específicos
no disponibles y para el apoyo
a una nueva estructura de fuerzas de
composición variable.
Esta adaptación a las necesidades
que continuamente iban surgiendo ha
debido realizarse semana a semana,
a través de una postura pragmática
Todos estos
artículos, ha
sido necesario
catalogarlos,
darlos de alta y
recepcionarlos, en
una situación
de excepcionalidad