autodescontaminación del personal
de estas unidades y, en su caso, la de
sus vehículos, material y equipo.
Las unidades del Ejército de Tierra
realizaron descontaminaciones y
desinfecciones en toda la geografía
española, aunque las más numerosas
se centraron fundamentalmente en
las comunidades autónomas de Madrid,
Castilla y León, Castilla la Mancha,
Extremadura, Galicia, Canarias,
Aragón y Andalucía. Hay que tener
en cuenta que el Mando de Operaciones
(MOPS) repartía las operaciones
entre los diferentes mandos componentes.
El número de descontaminaciones
y desinfecciones realizadas en
el ámbito del MCT han ido creciendo
desde las primeras cuatro actuaciones,
realizadas el día 17 de marzo, seguida
por solamente una los dos días
posteriores, hasta alcanzar el pico
máximo el 13 de abril, con 81 desinfecciones.
Se han realizado, hasta el
15 de mayo, un total de 1920 descontaminaciones
y desinfecciones.
Una vez recibida por las unidades la
orden tipo misión que diariamente remitía
el MCT, la unidad que ejercía la
dirección operativa se ponía en contacto
con las instalaciones que le habían
sido asignadas, a efectos de planificar
la realización de las mismas,
dimensionar el personal, material,
descontaminantes y equipo que debía
participar en la actuación e informar
a la instalación de una serie de
tareas que debían realizarse antes de
la llegada del equipo de descontaminación
y desinfección. También se tenía
en consideración si eran espacios
abiertos o cerrados, así como si durante
la desinfección había personas
presentes, como podía ser el caso de
una persona encamada en una habitación
de una residencia de mayores
que no podía abandonar la habitación.
Una vez realizada la desinfección
se rellenaba la declaración de
desinfección y se entregaban al personal
de la instalación las recomendaciones
24 / Revista Ejército n.º 953 • septiembre 2020
para el mantenimiento de la
misma como área desinfectada, que
figuraban en el anexo U de la OPORD.
Los descontaminantes que se iban
a emplear estaban condicionados al
tipo de material, clasificado en material
sensible electrónico, material textil
y material no incluido en los anteriores.
En la fase 1 de descontaminación
aérea, mediante nebulización se emplearon
viricidas, como la sal triple de
bis (peroximonosulfato) bis (sulfato)
de pentapotasio (un peróxido con un
10,49 % de oxígeno disponible), aunque
también se empleó el más común
peróxido de hidrógeno.
Para la fase 2 de descontaminación
de superficies se emplearon disoluciones
de lejía o hipoclorito sódico,
el mejor desinfectante por su relación
calidad-precio. Debido a que el hipoclorito
tiene un efecto blanqueante,
se empleó para los textiles una sal de
amonio cuaternario, el cloruro de didecil
dimetil amonio, y alcohol de 62-71º
para material sensible electrónico. Los
equipos de veterinaria militar emplearon
fundamentalmente como viricida
la misma sal triple que se ha indicado
anteriormente. Las unidades no específicas
NBQ emplearon en sus operaciones
preventivas una disolución de
hipoclorito sódico y, en menor medida,
alcohol de 62-71º.
Un tipo de
operación que
no se esperaba
realizar fue la
de gestión de
cadáveres
Militares del RNBQ-1 en una actividad de descontaminación