lo largo de sus cien años de vida. En primer lugar, el
alto grado de moral y motivación de sus combatientes,
para los que el seguimiento del camino de los caballeros,
sobre la base del Credo Legionario, obliga a todos
los componentes de la BRILEG por igual y les exige,
además, amor a la responsabilidad, decisión, iniciativa
y confianza plena en sus subordinados, para que cada
uno tome las decisiones de su responsabilidad.
Además, en una organización como era el Ejército del
primer cuarto del siglo xx, el proceso de fundación de
La Legión requirió de Millán-Astray una ardua lucha
contra las fuertes reticencias a afrontar cambios. Esto
obliga a todos los componentes de la BRILEG a demostrar
un permanente carácter innovador y a adoptar
siempre una actitud positiva frente a los cambios, ya
sean de índole conceptual, organizativa o de aplicación
de novedosas tecnologías.
CONCLUSIÓN
Las unidades de La Legión han demostrado en estos cien
años de vida su permanente vocación de servicio como
la punta de lanza de nuestra patria. En la actualidad, estas
unidades se encuentran perfectamente integradas
en la Fuerza del Ejército de Tierra y siguen conservando,
con la misma intensidad, la fortaleza moral que desde su
fundación proporciona el Credo Legionario, que fomenta
en todos sus componentes un alto grado de iniciativa,
decisión y confianza en sus subordinados.
El espíritu innovador que impulsó a Millán-Astray a modelar
el proyecto, unido a la tenacidad para que La Legión
fuese una realidad, han sido heredados por las unidades
de La Legión de nuestros días.
La necesidad de contar con unas fuerzas terrestres
decisivas para actuar en el entorno operativo futuro ha
puesto en marcha un proceso de transformación de
nuestro Ejército con el horizonte en el año 2035.
La ejecución del proyecto de transformación Fuerza 35
precisa contar con una unidad tipo brigada para llevar a
cabo la experimentación de conceptos, organizaciones
y tecnologías extrayendo conclusiones que faciliten el
desarrollo conceptual de las fuerzas terrestres tecnológicamente
avanzadas a las que aspiramos para 2035.
Junto a una serie de motivos coyunturales, sin duda alguna,
la fortaleza moral de La Legión, su demostrada
capacidad de adaptación a los tiempos y su carácter
innovador han coadyuvado a que a la BRILEG se le asigne
el papel de BRIEX 2035, lo que da crédito del valor
de La Legión como vanguardia de cualquier proceso de
innovación que tenga por objetivo la mejora de la capacidad
de combate de nuestro Ejército.
NOTAS
1. Investigación, desarrollo e innovación.■
Revista Ejército 951 Extra Junio 2020 23