un ataque en el que queda cercada la guarnición de la
posición de Kudia Tahar y, ante la envergadura del problema,
el general en jefe decide enviar, entre otras, a la
II y III Banderas y el problema queda resuelto, la guarnición
liberada y la posición restablecida a base, como
siempre, de heroísmo y eficacia.
Aunque la acción de Alhucemas resultó decisiva, todavía
quedaron dos años de operaciones hasta la total
pacificación del territorio. En todas ellas los legionarios
siguieron escribiendo con su sangre la historia de
La Legión.
Pacificado el protectorado, el Tercio se retira a sus
cuarteles y destacamentos y continúa su preparación.
Pero de nuevo la patria y la historia reclaman a La Legión
y, ante un golpe de Estado en Asturias y Cataluña, el ministro
de la Guerra llama al general Franco y este, sabedor
por su servicio en Regulares y su mando de la
I Bandera y del Tercio de la valía de aquellas unidades,
ordena su traslado a la Península y, fieles a su puesto
en la historia, legionarios y regulares salvan a la República
Coronel Yagüe
Revista Ejército 951 Extra Junio 2020 75
amenazada.
Poco después, con motivo de una guerra que enfrenta
de nuevo a españoles contra españoles, el Tercio va a
triplicar su orgánica, desde las seis banderas que había
tras la paz en Marruecos hasta 18. Una vez más, los legionarios
se cubren de gloria y los jefes de gran unidad
siempre quieren tener cuantas más banderas legionarias,
mejor. Badajoz, Talavera, Toledo, Ciudad Universitaria,
El Jarama, Brunete, Teruel, Aragón, El Ebro y Cataluña
son nuevos hitos de la historia legionaria.
Durante toda la contienda, Yagüe, que los mandó en
Asturias dos años antes, va a ser su jefe, sin perjuicio
de su mando de grandes unidades; y a las 18 Banderas
hay que sumar la I Bandera y luego Agrupación Legionaria
de Carros de Combate, en las que, una vez más,
La Legión, nombre que ostenta desde 1937, da muestra
de su adaptación a los nuevos medios y procedimientos
de combate.
Llegada la paz, no se puede bajar la guardia. Soplan
nuevos vientos de guerra que arrastrarán a todo el mundo
y la situación estratégica de la Península y de la zona
española del protectorado obliga a estar alerta ante las
apetencias de los dos bloques enfrentados.
En la década siguiente, comienzan los procesos de
descolonización y Marruecos alcanza su independencia.
Casi inmediatamente empieza una presión sobre
los territorios españoles que restan en África, con el
apoyo de Marruecos a unas supuestas «bandas incontroladas
» que, con unos efectivos que empiezan a
ser numerosos, realizan acciones armadas sobre Ifni y
Sáhara que acaban degenerando en una guerra corta
pero dura. Como consecuencia se vuelve a crear la
XIII Bandera, disuelta tras la guerra, y se envían banderas
de los Tercios a participar en aquel conflicto.
La actuación de los caballeros legionarios y los caballeros
legionarios paracaidistas, recientemente creados y
cuya base fue La Legión, propicia nuevos hechos heroicos,
entre los que destaca el combate de Edchera, en el
que son recompensados por su heroísmo con la Cruz
Laureada de San Fernando el brigada Fadrique y el caballero
legionario Maderal Oleaga. Todavía la tierra del
Sáhara sería teñida con la sangre de los legionarios en el
combate de Tifariti, con la muerte del sargento Carazo.