vinculación de La Legión con la prensa desde los primeros momentos;
una relación, con toda lógica, de interés mutuo, pero que servirá como
herramienta fundamental para la propaganda, y por tanto para el reclutamiento.
La Legión, sin duda, creará escuela en este campo, y emplea
las notas de prensa con profusión, facilita entrevistas a sus principales
protagonistas y favorece al máximo la labor de los periodistas y los escritores
con su «empotramiento» en las filas legionarias. Esta especial relación
dará lugar a testimonios interesantísimos e incluso al alistamiento
de periodistas en el Tercio. Uno de los textos imprescindibles será el de
Carlos Micó, cronista de la época y también autor de varias novelas. En
Los caballeros de La Legión relatará sus experiencias personales como
legionario en 1921, entre las que destaca su análisis psicológico de los
primeros legionarios.
Además, comienzan a aparecer ya otros testimonios de personajes anónimos
en extremo recomendables, que serán fundamentales para sumergirnos
en la realidad de las banderas y alejarnos de los relatos oficiales3,
unos relatos en los que también encontraremos crítica y, en muchos
casos, resentimiento hacia lo legionario4.
La temática legionaria se abrirá también a los populares teatros de la
época en géneros tan diversos como el sainete, la comedia o la zarzuela,
y ya a finales de 1921 se representa la primera de muchas más, Los
héroes de Melilla, de A. Alcaide, una pieza teatral en tres actos que se
desarrolla en una posición asediada del área melillense5. De nuevo los
autores encontrarán en La Legión el perfecto soporte sobre el que construir
una visión favorable de la situación en el protectorado.
Será además en este período fundacional cuando surjan dos obras imprescindibles.
En primer término, La Legión, de José Millán-Astray, escrita
a finales de 1922 tras dejar el mando del entonces Tercio de Extranjeros
por su enfrentamiento con las Juntas de Defensa, una obra clave
para conocer el proceso de organización y los primeros tiempos de la
unidad, que condensa como ninguna la mística y el espíritu de este cuerpo.
En segundo lugar, Diario de una bandera, del comandante Franco,
quizá la mejor crónica operativa de los combates librados para la recuperación
del territorio.
LA GUERRA CIVIL EN LOS LIBROS
56 Revista Ejército 951 Extra Junio 2020
LEGIONARIOS
Las banderas legionarias estarán durante la Guerra Civil siempre presentes
en los frentes más expuestos de las batallas y operaciones principales
de la campaña. Por ello, y de igual manera, La Legión aparecerá en las
múltiples obras dedicadas a aspectos tácticos u operacionales de nuestra
guerra. Sin embargo, será difícil encontrar autores que consideren
relevante centrarse en exclusiva en las unidades legionarias dentro del
marco de un conflicto entre hermanos que trascenderá de lo militar y lo
inundará todo. Son, por tanto, relativamente pocos los libros dedicados
en cuerpo y alma a La Legión, y la mayoría de ellos están publicados en
época reciente. Si la literatura de los años veinte colabora decisivamente
en la construcción del mito, debemos afirmar que la de los años treinta y
cuarenta apoyará, en menor medida, su refuerzo.