Comandante José Ignacio Cardesa, jefe de la base Gabriel de Castilla
«Hemos sido como una
gran familia»
«PUEDE sonar a tópico, pero hemos
sido como una familia». Así
lo afirma el comandante José
Ignacio Cardesa, que ha dirigido la Gabriel
de Castilla en la XXXIV Campaña Antártica
Española. «Nuestra base —explica este
navarro de 44 años, destinado en la Brigada
Aragón I— tiene solo un salón comedor
para pasar el poco tiempo libre que queda
durante el día, por lo que la relación ha sido
muy intensa; este año aún más que en los
anteriores, porque al ser un grupo pequeño,
de 18 personas entre militares y
científicos, hemos podido tratarnos
mucho entre todos y conocernos
».
—¿Cómo reorganizaron el
plan para la campaña al verse reducido
el tiempo y el personal?
—Ha sido una campaña corta,
pero muy intensa. Tuvimos que
ser flexibles y reajustar tanto las
responsabilidades de los miembros
de la dotación como las actividades
a desarrollar en la isla
Decepción. Con la reducción del
personal, las áreas de Logística y
Medioambiente se quedaron sin
ningún componente. Del mismo
modo, en las de Telecomunicaciones y Cocina
su capacidad resultó disminuida al faltar
una persona en cada una de ellas. Por otro
lado, al no participar el Hespérides, el material
que iba a bordo de este no se ha proyectado
y hemos tenido que trabajar únicamente
con el prioritario, que viajó en el Sarmiento
de Gamboa.
Básicamente, la reorganización del personal
ha desembocado en que la oficial
médico ha asumido el papel de gobernadora
de la base. En relación a los aspectos
medioambientales, las actividades mínimas
exigibles han corrido a cargo del área de
Instalaciones. En cuanto a los materiales,
el no disponer de algunos supuso que no se
pudieran llevar a cabo determinadas mejoras
en la Gabriel de Castilla.
En definitiva, podemos afirmar que hemos
realizado todas las actividades posibles
con los materiales que disponíamos y que
hemos proporcionado todos los apoyos que
nos han solicitado en beneficio de la comunidad
científica.
—¿Han tenido muchos problemas con
la meteorología y las telecomunicaciones?
—Como en todas las campañas antárticas,
la meteorología ha influido mucho en el ritmo
de las actividades, sobre todo en los apoyos
con embarcaciones zódiac. Hemos tenido una
limitación importante en la velocidad del viento,
que es muy habitual en las islas Shetland
del Sur en general y en la de Decepción en
particular, pero, sin ser un año muy benévolo
en cuanto a las condiciones meteorológicas,
hemos podido adaptar el calendario y realizar
las actividades previstas. En cuanto a las telecomunicaciones,
si bien durante los primeros
días tuvimos alguna dificultad para establecer
el enlace a causa del apuntamiento de satélites,
una vez fue subsanada hemos tenido
unas comunicaciones estables.
—¿Cuáles han sido los momentos
más duros que ha vivido?
—Sin duda, aquellos en los que se confirmaba
que la campaña se reducía en tiempo,
lo que ya de por sí era malo, y, sobre
todo, en personal. Es duro decirles a cuatro
compañeros que durante un año
han trabajado al mismo nivel que
el resto con la meta de llegar a
la fase de activación, que no van
a poder sumarse a esta aventura.
Aunque los cuatro lo han asimilado
de manera ejemplar; de
hecho, han seguido trabajando
desde sus domicilios en beneficio
de la campaña, lo que agradezco
mucho. Y sin ser un momento tan
duro como el anterior, sí recuerdo
con cierta tristeza el cierre de la
base y la salida de la isla por los
Fuelles de Neptuno.
—¿Y lo que nunca olvidará?
—Lo mejor para todos son las
relaciones que nos llevamos de la familia
antártica, pero en mi caso me quedo también
con experiencias puntuales: el día en
que llegamos a la playa y abrimos la base,
o cuando hemos ido a lugares de la isla que
conocía de fotos o videos, pero estas imágenes
nunca reflejan en toda su grandeza el
espectáculo de verlo en vivo. Hemos disfrutado
de nuestra estancia en la isla Decepción;
no solo de sus paisajes, sino también
de la oportunidad de estar en sana convivencia
un grupo heterogéneo de personas que
día a día trabajan por un mismo fin.
«Ha sido una campaña corta, pero muy intensa», asegura el
responsable de la dotación del Ejército de Tierra
24 Revista Española de Defensa Marzo 2021