la seguridad de las armas nucleares opinión 563
profundidad es un concepto clave de seguridad,
de densa metodología y compuesto de múltiples
capas independientes y redundantes. Se aplica
hoy en día a cualquier instalación sensible o infraestructura
crítica que requiera seguridad extrema.
En el caso de las armas nucleares se trata de
limitar el acceso a los explosivos nucleares y componentes
del arma; limitar la vulnerabilidad de la
configuración del explosivo durante su ensamblaje,
desmontaje o transporte; mantener el PAL en
el máximo nivel de seguridad con una configuración
de último usuario o minimizar la posibilidad
de que se introduzca material no autorizado en
zonas de almacenamiento de las armas nucleares.
Asímismo los sistemas cuentan con la seguridad
incrementada de detonación nuclear basada en
el principio de aislamiento, incompatibilidad e
inoperabilidad.
LA DISOLUCIÓN DE LA UNIÓN SOVIÉTICA:
UN PARADIGMA HISTÓRICO
Cuando en diciembre de 1991 se disolvió orgánica
y abruptamente la Unión Soviética, el resto
del mundo se quedó tan sorprendido como los
propios ciudadanos soviéticos que, de repente,
se quedaron sin estado, sin gobierno, sin directrices
de cómo actuar, en un país que había dirigido
sus vidas durante 80 años en pasado, presente y,
revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2021
se suponía, que futuro. Ningún estamento de la
sociedad soviética quedó libre del impacto que
supuso la disolución del país, para dar paso a una
nueva realidad geopolítica y jurídica llamada Comunidad
de Estados Independientes (CEI).
La firma de distintos acuerdos de cooperación
científica con la Unión Soviética desde 1983, nos
permitió realizar a los investigadores del Instituto
de Fusión Nuclear un valioso intercambio académico,
por lo que personalmente tuve la oportunidad
de tratar con los científicos nucleares más
prestigiosos de la URSS, visitar dos de sus ciudades
cerradas y vivir el proceso que se desencadenó
desde su disolución y el impacto humano
y social que se produjo en el nuevo devenir de la
Federación rusa.
La disolución de la URSS planteó un profundo
problema de seguridad en las numerosas instalaciones
para la investigación y fabricación de
armas NBQ (nucleares, biológicas y químicas),
ubicadas en las llamadas Unidades Territoriales
Administrativamente Cerradas (Zakrytye Administrativno
Territorialnye Obrazovaniia, ZATO) a
lo largo de la geográfica soviética, en zonas de
difícil acceso y clima extremo. En 2001, 47 ZATO
se agruparon bajo la Constitución de la Federación
rusa. Diez de estas ciudades cerradas (Sarov,
Zarechnyy, Lesnoy, Novouralsk, Snezhinsk, Ozersk,
onerencia e lo ao e iin uclear en la reiia or lo cientfico itrico eorgi lero ontantin etrza
(Leningrado, 1989)