revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2021
los vehículos reutilizables X-37B 635
Su primer descenso se realizó el 11
de agosto de 1998, cuando fue liberado
desde un helicóptero UH-60 Black
Hawk del US Army, desde unos 3 km
de altitud, sobre la base de Holloman.
El vehículo, que usó inicialmente un
paracaídas para estabilizarse, aterrizó
con éxito tras un vuelo de planeo
de 1 minuto y medio. Transferido a la
NASA, se usaría a partir de entonces
para demostrar el aterrizaje del futuro
X-37. La agencia efectuó diversos ensayos
de este tipo en la base de Edwards,
en 2001. El séptimo y último
vuelo ocurrió el 19 de mayo.
Confirmada la viabilidad del diseño,
los futuros ensayos de aterrizaje
deberían hacerse ya con un prototipo
a tamaño natural del X-37, el llamado
X-37A.
El X-37A tendría 8,92 metros de
largo, una envergadura de alas de
4,55 metros y una altura de 2,90 metros.
Dotado con dos aletas traseras,
presentaría un peso al despegue de
unos 5.000 kg. Siendo totalmente robótico,
el vehículo dispondría de un
sistema de aviónica muy avanzado,
con acceso GPS, y un sistema de baterías
de ion litio y células solares de
arseniuro de galio para suministrar la
electricidad necesaria. En la parte trasera,
tendría una bodega de carga de
2,1 por 1,2 metros. Fue diseñado para
operar durante al menos 270 días, y
funcionaría exclusivamente en órbitas
bajas, donde sería situado por un
cohete desechable convencional. Un
sistema de propulsión le permitiría
maniobrar en órbita e iniciar el regreso
controlado atmosférico.
La versión de ensayos, la X-37A, ya
en manos de la DARPA, efectuó su
primer vuelo cautivo el 21 de junio
de 2005, en Mojave. A diferencia del
X-40A, sería llevado hasta cierta altitud
por el avión White Knight, de la
empresa Scaled Composites. El prototipo
X-37A actuaba como un simple
planeador, sin sistema de propulsión
ni bodega de carga, sustituida esta
por el sistema de anclaje bajo el citado
avión.
El primer vuelo libre se produjo el 7
de abril de 2006, después de varios intentos
abortados. Resultó algo dañado
al superar los márgenes de la pista de
aterrizaje. Una vez reparado, se reanudaron
las pruebas, que culminaron con
dos vuelos libres más, el 18 de agosto
y el 26 de septiembre de 2006.
El éxito en los aterrizajes permitió
a los ingenieros acelerar la construcción
del modelo orbital, el llamado
X-37B. Este sería el vehículo encargado
por la US Air Force para misiones
secretas, después de los trabajos
tecnológicos llevados a cabo por la
DARPA y Boeing durante varios años.
El programa OTV sería experimental,
pero al mismo tiempo debería
realizar misiones de interés operativo.
Por ejemplo, en su bodega se
transportarían valiosos sensores que
podrían ser probados durante meses
en el espacio, antes de que su
versión definitiva fuera instalada en
los costosos satélites secretos de la
nación.
El X-37B sería lanzado al espacio en cohetes
desechables Atlas V, como el de la imagen, y
Falcon-9. (Imagen: ULA)