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NAVEGAR COMO LOS PÁJAROS
Los investigadores de un proyecto
combinado entre el ejército, la armada
y la fuerza aérea estadounidense han
descubierto una proteína en el ojo del
petirrojo europeo migratorio que podría
ser la clave para navegar por el
mundo sin usar el GPS.
Los científicos han aislado esa proteína
que puede explicar cómo las aves
migratorias viajan grandes distancias
sin necesidad de mapas ni navegadores
y cómo podrían usar los humanos
esa capacidad.
La investigación está aún en una etapa
inicial y no es probable que los resultados
puedan ser aplicables en los
próximos años, aunque, en última instancia,
podría conducir a aplicaciones
directas en otras áreas de investigación
y desarrollo militar.
Esto de preguntarse cómo las aves,
los peces, las tortugas marinas y
los insectos pueden navegar por los
campos magnéticos terrestres lleva
años en la mente de los investigadores.
Ahora, al aislar la proteína en el
ojo del petirrojo se piensa que dicha
proteína es la que ayuda al pájaro a
detectar los campos magnéticos y
así navegar durante su migración estacional.
Los científicos tenían la hipótesis
de que la citada proteína, el
criptocromo, no era exclusivo de las
aves y que desempeñaba un papel
importante en la detección magnética.
Al parecer, los seres humanos tenemos
la misma proteína que ayuda
a regular nuestros ciclos circadianos,
colaborando en la sincronización de
nuestro «reloj» con los ciclos de luz
y oscuridad. Otra cosa es
que la proteína funcione de
la misma forma en todos los
seres que la tienen porque,
de momento, se ha visto que
no funciona igual en las aves
no migratorias que en las
aves que tienen sus períodos
migratorios. Otra posición
de prudencia, por parte
de los investigadores, es
que tienen sus dudas sobre
lo que están observando ya
que, hasta ahora, los trabajos
se realizan en laboratorio
y no en la naturaleza y, por
esta razón, los campos magnéticos
que se han probado
han sido mucho más fuertes
que los que se aprecian
al aire libre.
Por el momento, los investigadores
tratan de demostrar
que el criptocromo es el sensor
magnético y, de ser así, se
habrá demostrado un mecanismo
fundamental que hace
que los animales sean sensibles
a estímulos ambientales un millón
de veces más débiles de lo que se
creía posible.
Ya veremos si podremos prescindir de
los GPS para andar por el mundo.
Military-funded research looks
for the secret to gps-free navigation
in a bird’s eye por Todd South
en www.defensenews.com
Ricardo Illán Romero
Teniente coronel de Infantería