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«Del pasado honor, del presente orgullo
». Con este su lema, la BRILAT aúna
su pasado con el presente. Un pasado
en el que ha puesto de manifiesto su
abnegación, humildad y sacrificio, señas
de identidad que le han valido un
merecido prestigio dentro y fuera de
las Fuerzas Armadas. Un presente en
el que la máxima exigencia en cuantas
tareas acomete es su seña de identidad,
segura del compromiso de todos
sus componentes con la misión encomendada.
Sin embargo, la BRILAT no se limita
a aprender de su pasado para operar
en el presente, sino que tiene
una clara vocación de futuro. Un futuro
al que mira con una manifiesta
determinación de continuar siendo
una Gran Unidad puntera, apta para
afrontar los desafíos que surjan en
un entorno complejo y cambiante
como el actual.
CAPACIDADES DE LA
«BRIGADA 35»
Todas las organizaciones, independientemente
de su carácter, tienen
que adaptarse a los cambios que se
producen en su entorno si quieren
seguir siendo útiles y efectivas. En los
Ejércitos esa necesidad de adaptación
siempre ha sido un requisito obligatorio
si quería sobrevivir al paso del
tiempo, más si cabe en la actualidad,
dada la trascendencia de su misión y
en un mundo que evoluciona a un ritmo
trepidante. Ya en el año 2018 el
General Dunford1 en su artículo The
Character of War & Strategic Landscape
Have Changed señalaba que, si
bien la naturaleza fundamental de la
guerra no ha cambiado, el ritmo de
transformación y la tecnología moderna…
han alterado el carácter de
la guerra en el siglo xxi. Efectivamente,
la esencia de la guerra, un acto de
fuerza para imponer nuestra voluntad
al adversario2 permanece inalterada,
ya que transciende más allá de
los tiempos y del nivel tecnológico alcanzado.
Sin embargo, el carácter de la guerra
se ha visto intensamente afectado
por los profundos cambios en los
escenarios en los que se desarrolla y
las nuevas tecnologías que en ella se
emplean. El número de actores que
intervienen en los conflictos, tanto
estatales como no estatales, ha
aumentado considerablemente, al
tiempo que se han multiplicado los
ámbitos en los que tienen lugar los
conflictos, ampliándose con nuevas
áreas geográficas y surgiendo algunos
completamente nuevos como el
ciberespacio. A estos nuevos escenarios
hay que añadir el extraordinario
desarrollo tecnológico que se ha vivido
y que se sigue viviendo; que ha
provocado no ya una evolución, sino
una auténtica revolución en cuanto a
las capacidades disponibles que ha
permitido la puesta en práctica de innovadores
procedimientos hasta la
fecha sólo imaginables en literatura y
filmografía próximas al género de la
ciencia ficción.
Teniendo presentes todos estos cambios,
en el documento Fuerza 35, el
GE JEME define los futuros ámbitos
de actuación3 del Ejército de Tierra
y las capacidades que han de reunir
las unidades tipo brigada4 para hacer
frente con éxito a los retos futuros que
se van a encontrar. Es en ese marco
donde la BRILAT está evolucionando
para adaptarse en el menor tiempo y
en las mejores condiciones posibles
a las nuevas exigencias que se le presentan.
Personal operador del sistema aéreo de control remoto (RPAS) Raven