1911 - 2021
DE COLEGIO LA INMACULADA A
«RESIDENCIA LA INMACULADA»
Era aspiración de los Cuerpos de Estado Mayor y Sanidad
Militar, la creación de un Colegio de Huérfanos, con el fin
de proporcionar enseñanza, manutención, vestuario y pensión
a los huérfanos de los asociados, de forma totalmente
gratuita. Así se crea la Asociación de la «Inmaculada Concepción
». Y La reina Victoria Eugenia, como presidente de
la «Junta de Damas de la Inmaculada Concepción» hizo
un donativo de 15 000 pesetas para ayudar a la creación
de este Colegio, que empieza a funcionar el 1 de octubre
de 1911, en una casa llamada «Villa Teresa», en la calle Bravo
Murillo, 207, de Madrid.
Aunque acogía a huérfanos de ambos sexos, se concedió
prioridad a la instalación y funcionamiento del Colegio para
la sección de varones. Las huérfanas, en cambio, tuvieron
que esperar a que unas mejores circunstancias y que el
aumento de recursos permitieran su instalación en un Colegio,
mientras tanto eran auxiliadas por medio de pensiones.
En 1012, se decide alquilar otro edificio en el paseo de
Reina Cristina n.º 2, en Madrid, y en 1914 se alquiló otro
edificio contiguo al del Colegio.
Con la guerra europea y se produjo un encarecimiento
de los precios de los productos de primera necesidad,
112 / Revista Ejército n.º 967 • noviembre 2021
aumentaron los gastos del Colegio, sin aumentar de forma
paralela los ingresos, poniéndose en peligro la subsistencia
de los huérfanos. Se hizo necesario aumentar las
cuotas de los asociados y solicitar del Estado el aumento
de la subvención. Igualmente, se fue consolidando la aspiración
de comprar un edificio mejor para los huérfanos, y
en 1917 se inició una campaña de recogida de donativos,
recaudación de cuotas extraordinarias y ahorro de beneficios
con objeto de adquirir una nueva sede.
En 1920, el Cuerpo Jurídico Militar ingresa en la Asociación,
y en 1921, lo hace el Cuerpo Militar de Veterinaria,
con los mismos derechos y deberes que los otros miembros.
Así en 1923 la Asociación acordó adquirir la finca
denominada «Villa Guadalupe», con el fin de destinarlo
a colegio internado de huérfanos y aprovechando las vacaciones
de navidad, se efectuó el traslado de los huérfanos
al nuevo Colegio, que empezó a funcionar con la denominación
de «Colegio de la Inmaculada Concepción».
Los huérfanos, una vez admitidos en el centro, tenían derecho
a permanecer en él hasta obtener el ingreso en la
Academia Militar o un título universitario. Este derecho cesaba
al cumplir los 23 años o como sanción por la pérdida
Academia-pensión en Camino de Hortaleza