Representación del primer encuentro entre Cortés y Moctezuma el 8 de noviembre de 1519
35
par se muestra como un táctico singular
que sabe conjugar el terreno y
la sorpresa y, sobre todo, con capacidad
para prever las intenciones del
enemigo. Se encuentran también con
Jerónimo Aguilar, quien, junto con la
Malinche5, a quien echamos de menos
en esta parte del relato, les será
de gran ayuda en los sucesos posteriores
y servirá a Madariaga para crear
a Alonso Manrique, el personaje central
de su novela.
Los redactores, pues, toman varias
decisiones; la primera de todas es reunirse
en concilio, concejo o similar, y
esto ante las riquezas observadas en
el territorio y las gentes, y por el bien
del patrimonio de los príncipes. De
este concilio sale la decisión de pedir
al capitán Cortés que, dejando de
lado el objetivo inicial de «rescatar»
oro, funde una villa en ese lugar (dejando
claro de esta forma que nos encontramos
ante una iniciativa «popular
» y no decisión del propio Cortés).
Mediante el sistema de concejo
abierto, sistema de democracia directa
del que aún nos queda algún
vestigio en las actuales parroquias
asturianas y gallegas, en el que todos
tienen voz y voto, se decide
fundar villa, Veracruz; elegir como
alcalde a Alvarado, el único de los
grandes capitanes de la conquista
que participa en todas las principales
expediciones, en algún caso
tomando funestas decisiones; despojar
a Cortés de los cargos, ya sin
valor legal, que traía de Cuba; proclamar
vacante de capitán general;
elegir a Cortés para esta vacante y,
finalmente, dar cuenta de todo a la
metrópoli, enviando para ello mensajeros
—Portocarrero y Montejo—
con la carta que comentamos.
Continúa la redacción con una prolija
descripción de las tierras, su morfología,
flora, fauna, clima y posibilidades
agrícolas, y de las gentes: biotipo,
costumbres y, sobre todo, religión;
entrando en este apartado en una detallada
descripción de los ritos y especialmente
de los sacrificios humanos.
Estos sacrificios justificarían por
sí solos, según el cabildo de Veracruz,
la conquista y cristianización de estos
reinos en nombre de sus Católicas
Majestades, sin dejar de lado el pecado
nefando de sodomía, que, según
manifiestan los procuradores,
está generalizado entre los indios y es
otro motivo añadido para su cristianización.
En fin, ya llegados al final de esta primera
carta, se arremete de nuevo
contra Diego Velázquez, contra quien
se solicita a los príncipes que sea despojado
de los cargos que ostenta en
Cuba y, por supuesto, que no se le
otorgue ningún tipo de autoridad sobre
las nuevas tierras.
Como conclusión de todo lo anterior
podemos deducir que los autores de
esta primera carta y Cortés, su autor
intelectual, buscaban varios objetivos:
el primero sería asentar su posición
contractual y política ante la
aparición de un imperio (el azteca) y
la posibilidad de su conquista. En segundo
lugar, y directamente unido
al primero, nos encontramos ante la
anulación, como contrincante legal,
de Diego Velázquez. Y en último lugar,
el informe completo de lo hallado y su
sometimiento a la metrópoli.