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líderes de los países miembros puedan
evaluar la marcha de la Alianza y
proporcionar direcciones estratégicas
para sus actividades. Además, la presencia
de los jefes de Estado y de Gobierno
se aprovecha para tomar decisiones
sobre asuntos muy relevantes,
como la admisión de nuevos miembros.
Durante las cumbres, se celebran
también reuniones bilaterales y se presentan
iniciativas de gran interés.
La Cumbre de Madrid de 2022 se celebrará
en el marco de un escenario
estratégico especialmente delicado.
En efecto, la salida de Afganistán en
el mes de agosto de 2021 ha dañado
la imagen de la alianza defensiva
más duradera de la historia. Además,
la actuación de la Federación Rusa en
Crimea y su apoyo a los separatistas
del este de Ucrania, así como la invasión
de este país, han tensionado las
relaciones de Rusia con la OTAN. No
obstante, la próxima cumbre será una
oportunidad para renovar la confianza
en la capacidad de la Alianza para
seguir siendo un baluarte de la democracia,
del imperio de la ley y de un
mundo multinacional basado en reglas.
La adopción del nuevo Concepto
Estratégico da relevancia a la Cumbre
2022 de Madrid, ciudad que quedará
unida a una renovada imagen
de la OTAN que se reflejará en dicho
Concepto Estratégico.
La celebración de esta cumbre coincide
con el cuarenta aniversario de
nuestro ingreso en la Alianza Atlántica.
El camino que siguió España para
convertirse en el miembro número
dieciséis de la organización se inició
el 25 de febrero de 1981, cuando, en
su discurso de investidura como presidente
del Gobierno, don Leopoldo
Calvo Sotelo incluyó en su programa
la entrada en la OTAN. Las negociaciones
con la Alianza se iniciaron rápidamente
y, en agosto de 1981, el
Gobierno dirigió una propuesta de adhesión
a las Cortes que fue aprobada
en sesiones del Congreso y el Senado.
El 2 de diciembre de 1981, España
comunicó formalmente a la Alianza
su intención de sumarse al Tratado
de Washington. Ocho días después
se firmó el protocolo de adhesión y, a
continuación, se iniciaron los trámites
oportunos. El 30 de mayo de 1982,
terminado el proceso, España se convirtió
en el miembro número dieciséis
de la OTAN. Pocos meses después, el
PSOE, que se oponía al ingreso de España
en la Alianza, ganó las elecciones
del 28 de octubre de 1982. Tras
ese resultado, comenzó un periodo de
reflexión sobre la situación de España
en la organización y se suspendieron
las conversaciones sobre la integración
de España en la Estructura de
Mando de la OTAN.
El 23 de octubre de 1984, en su discurso
sobre el estado de la Nación,
el presidente del Gobierno, don Felipe
González presentó el Decálogo de
Paz y Seguridad, que establecía las
directrices políticas que deberían ser
ratificadas en referéndum por el pueblo
español:
• La participación en la Alianza no
conllevaría la incorporación a la estructura
militar.
• Se mantendría la prohibición de instalar,
almacenar o introducir armas
nucleares en el territorio español.
Los ciudadanos españoles respaldaron
esa propuesta con el 52,54 % de
los votos a favor en el referéndum del
12 de marzo de 1986. Como consecuencia,
España comenzó a participar
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada a la sede de la OTAN, acompañado de las ministras de Asuntos
Exteriores, Unión Europea, Arancha González Laya, y de Defensa, Margarita Robles el 14 de junio de 2021