la ética militar en las operaciones dosier 985
– No someter a tortura o vejación a los prisioneros y detenidos
y tratarlos con humanidad y respeto (artículo 110).
EL PRINCIPIO DE DISTINCIÓN
El combate es el fundamento definitivo de la función del
militar que produce destrucción y que utiliza la fuerza letal.
Por ello el principio de distinción (artículo 111) de combatientes
y no combatientes, así como el evitar las bajas de civiles
(los daños incidentales o colaterales) o la diferenciación
entre objetivos militares y los que no lo son, es un elemento
esencial de las reglas éticas de la guerra y del derecho internacional
humanitario, como se ha expuesto en el capítulo IV.
Por ello nuestras ROFAS, además del citado artículo, también
desarrollan otros elementos de enorme relevancia ética
en artículos específicos, como son:
– Proteger a las personas indefensas o desvalidas, especialmente
a las mujeres y a los niños, contra cualquier
forma de explotación o agresión sexual (artículo 112).
revista de aeronáutica y astronáutica / diciembre 2020
– No atacar ni tomar represalias contra bienes que
constituyen el patrimonio cultural y espiritual de los pueblos
y evitar la utilización de dichos bienes culturales o
de instalaciones que se encuentren próximas a ellos para
propósitos que puedan exponerlos a la destrucción o al
deterioro (artículo 113).
Hoy en día, las víctimas civiles en los conflictos, que la
globalización de las telecomunicaciones nos permite tener
conocimiento audiovisual en tiempo real, suelen tener no
solo consecuencias humanitarias, sino políticas y estratégicas
por su influencia en la opinión pública internacional.
Particularmente, los ciudadanos de países occidentales
muestran un profundo desasosiego ante las víctimas que
se producen en conflictos bélicos, tanto si son combatientes
como víctimas civiles. Esa alarma social se traslada
eficientemente a los políticos, cada vez más presionados
sobre la conveniencia u oportunidad de usar la fuerza, incluso
si existen justificaciones morales y humanitarias.
En cualquier caso, el principio de distinción es uno de
los más difíciles de resolver tanto desde la perspectiva
jurídica como de la ética. Un ejemplo del mundo de la
revolución digital en el que estamos inmersos puede
facilitar la comprensión de esa dificultad. La creciente
implicación de civiles en las ciberoperaciones plantea
problemas que también tienen su vertiente ética, complicándose
la distinción entre civiles y militares combatientes
y no combatientes. Así, cuando se contrarrestan
ataques cibernéticos, no estando legal y legítimamente
en guerra, los operadores cibernéticos civiles, ¿se están
saltando las leyes de la guerra?, ¿son éticamente responsables
de sus acciones?, ¿pueden tener la consideración
de objetivos de guerra?
NUEVOS TIPOS DE CONFLICTOS
Entre los nuevos conceptos que han emergido con
fuerza destacan los de guerra híbrida y asimétrica1, intervenciones
humanitarias y otros como el terrorismo y los
ciberataques. En este «conflicto de simetrías», donde siguen
teniendo lugar actividades militares de diferentes
características, las consideraciones de la ética militar en
esas operaciones son también ineludibles para mantener
su legitimidad moral y legal.
Aunque la intervención humanitaria no tiene cabida en
este momento en el sistema normativo internacional de
Naciones Unidas, «la historia del derecho internacional
humanitario demuestra una progresiva «erosión» de la
esfera reservada de la soberanía nacional en provecho de
la acción humanitaria» (Sandoz, 1999, p. 3). Esa erosión
hunde sus raíces en las consideraciones éticas que se van
1Los graves problemas morales que plantea la guerra asimétrica
pueden revisarse en: Aznar Fernández-Montesinos, F. (2018). Repensando
la guerra asimétrica, Documento de Análisis 11/2018,
Madrid: IEEE.
Superpuma de Medevac