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de «apagón de la señal GPS». En 2020,
la Marina estadounidense, en el contexto
de otro ejercicio, promulgó un
aviso a las autoridades aéreas ante
un área de perturbación provocada
de 400 millas de diámetro. Por ello, en
la formación de nuestros profesionales
es necesario incidir en las técnicas básicas
de orientación y movimiento sobre
el terreno, aptas para operar en entornos
de denegación de señal GNSS.
Las estructuras de mando y control y
los procedimientos asociados deben
adaptarse a NAVWAR. Las técnicas de
perturbación de GNSS pueden ser incluso
más dañinas si se combinan con
otras de guerra electrónica o ciber.
Adoptar las medidas necesarias para
anticipar, defender y responder a las
acciones de potenciales adversarios en
estos ámbitos de manera coherente requiere
la implantación en los cuarteles
generales de las organizaciones operativas
de los elementos de planeamiento
y conducción. El auge de nuevos desarrollos
teóricos, como las operaciones
electromagnéticas o las actividades
ciber-electromagnéticas, y su translación
práctica a los Centros de Operaciones
de Inteligencia de Señales y
Guerra Electrónica (SEWOC, por sus
siglas en inglés, SIGINT and EW Operations
Center) y los Centros de Operaciones
Electromagnéticas (EMBC, por
sus siglas en inglés, ElectroMagnetic
Battlestaff Center), son la respuesta a
las vulnerabilidades descritas. El mando,
en el ámbito nacional y aliado, superada
la época reciente tan marcada
por las operaciones de contrainsurgencia,
es muy consciente de que el espectro
electromagnético puede constituir
la vía no solamente para degradar la
forma en que operan nuestras fuerzas
militares, sino para provocar daños estratégicos
sin asumir apenas riesgo de
respuesta armada.
El SEWOC del Cuartel General Terrestre
de Alta Disponibilidad y el EMBC
del Mando de Operaciones se encuentran
preparados para operar en permanencia
en el ámbito de las operaciones
electromagnéticas, de las que
NAVWAR es una parte. No obstante,
se antoja necesario que este tipo de
elementos de mando y control se activen
en todas las organizaciones operativas
hasta el nivel táctico, puesto que,
como se ha demostrado, perturbaciones
a ese nivel de conducción pueden
afectar enormemente en los niveles superiores.
NAVWAR es, hoy por hoy, una
de las claves del combate multidominio
porque, aunque se desarrolla fundamentalmente
en el espectro electromagnético,
permite la maniobra en el
resto de los entornos operativos.
Además de soluciones procedimentales,
también se deben implementar
soluciones tecnológicas. El Ejército de
Tierra se encuentra inmerso en el proceso
de experimentación previsto para
el desarrollo de la Fuerza 2035. Los
sistemas de armas que se desarrollen
deben incorporar sistemas de autenticación
de la señal GNSS que reciban
y dispositivos de navegación inercial
que ayuden a comprobar la precisión
de los datos que reciben del sistema
satelital. También será necesario dotar
a las fuerzas terrestres de repetidores
de señal, que reciban la señal GNSS, la
amplifiquen y la redirijan, de forma que
sea más difícil de perturbar que la proveniente
del espacio. Por último, sería
conveniente que las unidades de guerra
electrónica dispusieran de elementos
capaces de localizar los orígenes
de perturbaciones GNSS.
Finalmente, desde el punto de vista
del software, las aplicaciones y
programas que dependan de la sincronización
de los mismos deberán
incorporar relojes adicionales que
permitan la detección temprana de
spoofing y proporcionen el tiempo,
cuando este se vea alterado. La incorporación
de la inteligencia artificial a
los sistemas de procesamiento de señales
y de guerra electrónica también
contribuirá enormemente a la localización
de los orígenes de perturbaciones
y a la corrección de errores en
la señal satelital.
CONCLUSIONES
Recuerde el lector, para concluir, el
escenario descrito al inicio del presente
artículo. Situaciones como las
que lo caracterizan no solo serán posibles,
sino que serán probables en el
futuro próximo. El empleo de técnicas
disruptivas de la señal de GNSS
es, sin duda, una de las acciones que
emplearán actores de toda índole en
los escenarios en los que tengan que
desempeñar su actividad las fuerzas
militares. Por ello, familiarizarse con
un entorno electromagnético cambiante
y degradado es uno de los aspectos
en los que, ineludiblemente,
han de adiestrarse las unidades.
Las capacidades, actividades o planes
militares tienen una dependencia creciente
de los datos PNT que proporcionan
los GNSS. Las denegaciones de
las señales redundan en pérdidas de la
operatividad tales que muchas actividades,
de hecho, no se pueden ejecutar
si esos datos no están disponibles o no
son lo suficientemente fiables. La protección
de dichas señales es una necesidad
ineludible para las operaciones
militares en cualquier zona de operaciones,
como también lo será privar a sus
adversarios de los servicios de posicionamiento
y sincronía que proporcionan.
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Utility. www.harris.com■
El Departamento
de Estado
norteamericano
considera una
interrupción de
GPS como «un
fallo capital de la
infraestructura
crítica»