Juan Martín Díez, «El Empecinado». Museo del Ejército
77
EL DESEMBARCO EN
GUARDAMAR
También adquirieron notoriedad durante
el Trienio los hermanos Antonio
y Juan Fernández Bazán, coronel y
capitán de caballería respectivamente,
principalmente el primero, quien,
después de haber sido director de la
fábrica de cigarros de La Pallosa en
La Coruña y en 1823 en la de Alicante,
y ya retirado, fue nombrado en el
mes de marzo Comandante Militar de
la provincia de Castellón con carácter
interino, participó activamente en las
operaciones al frente de una columna
compuesta por un batallón de miqueletes
y formó parte de la guarnición de
Alicante en octubre.
Ambos hermanos emigraron a Gibraltar
al finalizar el Trienio y poco conocemos
de la preparación de esta operación,
hasta que en la madrugada del
19 de febrero de 1826 se produjo el
desembarco de un grupo de 60 hombres
que trataron de cercar la villa de
Guardamar con un rotundo fracaso,
ya que los voluntarios realistas los
pusieron en franca huida, les impidieron
el reembarque y los persiguieron
hasta su apresamiento, en la tarde del
día 22 en el barranco de Aguas. Comoquiera
que el coronel Bazán resultó
herido en la refriega, su hermano
Juan intentó poner fin a la vida de
los dos, pero le fallaron las pistolas. El
día 23 fueron pasados por las armas
en Alicante 28 prisioneros y los 10 que
quedaban en Orihuela, entre los que
se encontraba Juan, también fueron
ejecutados el día 25. Antonio fue ejecutado
en la mañana del 4 de marzo
en Orihuela sobre la misma parihuela
en que lo llevaban por sus heridas
gangrenosas.
LA EXPEDICIÓN DE VERA:
MINA Y VALDÉS
A fines de junio de 1830 comenzó a
prepararse en Londres una expedición
con destino a la costa sur del territorio
peninsular español para llevar
a cabo una maniobra de diversión que
atrajera al ejército realista y facilitara
el derribo del Gobierno por los liberales
en la corte. Se dispuso para ello el
transporte del general Palarea con un
centenar de hombres armados y bien
pertrechados en una fragata, pero la
falta de secreto en los preparativos y
la publicación en el diario The Times
de un manifiesto patriótico redactado
por la Junta Directiva del Alzamiento
permitieron al Gobierno inglés detener
el buque en aguas del río Támesis,
desembarcar a los soldados y secuestrar
las armas.
Al conocer el suceso, el general Torrijos,
máximo responsable de la operación,
que junto al político liberal Flores
Calderón esperaban en el puerto
de Ramsgatte para embarcar, volvió a
Londres presuroso para entrevistarse
con los miembros de la Junta y tomar
la decisión de trasladarse a Gibraltar
sin perder tiempo, aunque haciendo
esta vez su viaje por París. Cuatro días
después de fracasada la operación
inicial, y llegados a este acuerdo, esa
misma noche Torrijos embarca en un
navío y llega Francia, donde permanece
hasta el 19 de agosto, día en que
embarca de nuevo y arriba a Gibraltar
el día 5 del mes siguiente.
En Francia es el momento del destronamiento
de Carlos X y la subida
al trono de Luis Felipe, lo que abre de
nuevo en los emigrados españoles
una esperanza de libertad por la que
acuden con entusiasmo para dar una
nueva batalla desde la frontera pirenaica.
Sin embargo, cuando el rey de
España admite como buena la elevación
de Luis Felipe, imponiéndose el
principio de no intervención, los emigrados
españoles han de enfrentarse
a 25 000 soldados realistas desplegados
en la frontera.
Un real decreto de 1 de octubre restablecía
las disposiciones del 18 de