Historia y Patrimonio
HISTORIA
————————— DOCUMENTO —————————
gimiento estaba acostumbrado a la pasividad, y ahora están que se mueven de lo lindo», ha habido
algún testimonio más que ha difundido esta opinión.
La última vez, que yo sepa, en 2013 (Valor y heroísmo. II centenario de la Real y Militar
Orden de San Fernando. VV.AA.), donde se escribe sobre Alcántara, hablando de la primavera
de 1921, que
«todos los escuadrones, en esta vida diaria y rutinaria, hacían las pequeñas patrullas
que les fueran ordenadas y el resto del tiempo se dedicaba preferentemente al cuidado del
ganado … Luego instrucción, colocación de equipos, movimientos en formación …
Todo ello es la rutina diaria de un cuartel, de muchos cuarteles, rota por alguna que
otra salida … Ya es junio, julio, y aunque hay noticias preocupantes del frente, la vida
sigue igual».
No dudo de que, sobre todo el coronel Manella, tenía conocimiento personal del estado de
instrucción de Alcántara, pero ¿de verdad se encontraban tan mal? ¿o era la típica «machada» de
Caballería?
No se debe olvidar que dicho coronel tomó posesión del mando del regimiento el día 24 de mayo
de 1921, tres semanas antes de su carta. Desde entonces, además de enterarse y ponerse al día de
todo lo relacionado con su unidad, tendría que crear el «clima» necesario para conseguir el cambio
que describe, además de visitar y conocer las instalaciones de sus escuadrones que, desde el 7 de
abril, se encontraban repartidos entre Dar Drius (escuadrones 1º, 2º y de Ametralladoras), Zoco el
Telatza (escuadrones 3º y 4º) y Ben Tieb (5º escuadrón); y que el 1 de junio fueron concentrados en
Dar Drius.
Puede ser que estuvieran muy «acostumbrados a la pasividad» pero, desde luego, en tres
semanas (del 24 de mayo al 13 de junio) y en las condiciones en que se encontraban, no parece
tiempo suficiente para conseguir el grado de instrucción que les hizo sobresalir de manera tan clara
sobre el comportamiento de las demás unidades, haciéndose acreedores a la Laureada Colectiva.
Y en esas tres semanas en que consiguió una unidad «que se mueven de lo lindo» tuvo que
realizar los siguientes cometidos (Hoja de Servicios de Francisco Manella y Corrales. Archivo
General Militar. Segovia.):
– 24 de mayo: Tomó posesión, en Segangan, del mando del regimiento.
– 27 de mayo: Es nombrado vocal de la Junta de Arbitrios de Melilla.
– 4 de junio: Toma el mando de una columna, en el Campo de Alfonso XIII, formada por
2.500 hombres de las 3 armas y servicios auxiliares.
– 7 de junio: Sale al campo a revisar los escuadrones, asistiendo a la ocupación de Kudia-
Igueriben, formando parte del cuartel general del Comandante General de Melilla, pernoctando
en Annual.
– 8 de junio: Revisa posiciones avanzadas, pernoctando en Drius.
– 9 de junio: Regresa a Melilla.
– 13 de junio; Escribe la carta a su familia.
El 15 de junio, dos días después de la citada carta, el coronel Manella entregó el mando del
regimiento al 2º jefe del mismo porque pasó a mandar la circunscripción de Annual. El 2 de julio
regresó a Melilla; el 5 marchó al campo a revisar los escuadrones en Dar Drius y Zoco Telatza, regresando
a Melilla el día 15; y el 17 volvió a hacerse cargo de la circunscripción de Annual.
También admito la bucólica vida que se describe en el libro de 2013 pero, digo yo, de algo tenía
que haber servido la intensa actividad que, dejando aparte el año 1921 -que parece lo dedicó al reposo,
Alcántara había desarrollado desde septiembre de 1911, en que llegó a Melilla, hasta finalizar el
año 1920; periodo en que –en las páginas anteriores– se ha podido comprobar todo lo que hizo.
142 Memorial de Caballería, n.º 91 - Junio 2021