Varios
EL RINCÓN DE LA SIMULACIÓN
NUEVOS SIMULADORES PARA LEOPARD 2A4. LA REVOLUCIÓN EN I/A
80 Memorial de Caballería, n.º 91 - Junio 2021
José Alberto Isorna Ramos capitán de Caballería
En el Norte de África, en las queridísimas y españolísimas plazas de Ceuta y Melilla, se encuentran
los históricos regimientos del Arma, Montesa nº3 y Alcántara nº10. Elementos fundamentales
para la guarnición de dichas plazas y, en ambos casos, el puño de acero de sus respectivas comandancias
generales. Sus unidades más potentes y resolutivas.
Pero llegar a alcanzar el nivel de instrucción y de adiestramiento requerido para asumir ese
papel se ve, en ocasiones, limitado por la situación que ocupan. Separados de la Península Ibérica,
aislados por tierra, y con unos recursos muy limitados de instrucción y adiestramiento para las unidades
de Caballería.
Estas particularidades hacen que, precisamente estos regimientos, necesiten recurrir, más que
otras unidades del Arma si cabe, a herramientas que optimicen su instrucción bajo las limitaciones
que vienen impuestas por la localización en que se encuentran. De entre todas esas posibles
herramientas y medios, los más
adecuados para unidades acorazadas
y mecanizadas, por ahorrar
costes y conseguir efectos
similares al propio combate, son
los simuladores.
Torre STO GIUACO
MEDIOS ACTUALES PRESENTES EN CEUTA Y MELILLA
Hasta este momento el principal elemento de simulación del que disponen estos regimientos
africanos es el sistema «Steel Beasts». Este sistema dispone de un software que posibilita un amplio
abanico de opciones a simular. Permite realizar el trabajo desde nivel puesto táctico, especialmente
para jefe de carro y tirador, hasta realizar temas tácticos con unidades completas.
Sin embargo, el Steel Beasts, como tal, no puede ser considerado un simulador, ya que el trabajo
se realiza frente a una pantalla de ordenador y un teclado, por lo que el tripulante no se encuentra
imbuido de su medio de combate.
Si bien las unidades han realizado un increíble trabajo de adaptación para asemejar las aulas
de instrucción, lo máximo posible, a la realidad del combate, creando cabinas y disponiendo los
terminales del modo más parecido a los puestos tácticos sobre el carro de combate; continúa, no
obstante, apareciendo el escenario en pantallas de ordenador, los sistemas interfónicos no son los
auténticos y, aunque el mando principal de jefe y tirador sí esté simulado, sigue habiendo muchas
funciones que dependen de teclado y ratón.
Además de lo ya expresado, hay que resaltar que la simulación para el conductor es muy pobre
y para el cargador ni existe.
Por todo ello, el Steel Beasts, más que un simulador, es considerado un «serious game» de
grandes prestaciones, muy útil como complemento a la instrucción de las tripulaciones y que, por