sufrió la plaza en ese año, la declaración
de guerra a Gran Bretaña el 12 de
diciembre, al año siguiente el desastre
de Trafalgar y las invasiones británicas
en el Río de la Plata durante los años
1806 y 1807, y pesa mucho en sus reflexiones
el conocimiento de la actitud
que mantuvieron los criollos creando
un ejército de voluntarios que derrotó
a las tropas británicas y que, defendiendo
al Imperio español, pusieron
de manifiesto su fortaleza y un nuevo
sentido de su identidad.
LA GUERRA DE LA
INDEPENDENCIA ESPAÑOLA
En 1807 una nueva campaña esperaba
a San Martín al cruzar la Península los
ejércitos de Napoleón con el pretexto
de ocupar Portugal: participó como
capitán de guías en la división del general
Solano en la frontera sur, pero
en ningún momento hubo enfrentamiento
de fuerzas. San Martín no fue
ajeno a los acontecimientos de mayo
de 1808 y, tras su regreso de Portugal,
hubo de superar la locura del vil asesinato
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del general Solano por las turbas
el día 29 en su misma residencia de
Cádiz.
Incorporado a su unidad en Ronda,
con ella se integró en la vanguardia
de la recién creada Agrupación de
Montaña Volante que, como fuerza
de choque, actuaría en el ejército del
general Castaños operando en la zona
de Villa del Río, Arjona y Arjonilla al sur
de Andújar, donde mantuvo su primer
contacto el 23 de junio. El parte oficial
de este enfrentamiento con una partida
del general Dupont, publicado en
La Gaceta de Sevilla, dice que «este
valeroso oficial únicamente atento á la
orden de su jefe, puso su tropa en batalla
y atacó con tanta intrepidez que
logró desbaratarlos completamente».
Por ello será nombrado «capitán agregado
al regimiento de caballería de
Borbón con el sueldo de vivo»11.
A San Martín le
fue concedido el
grado de teniente
coronel de
caballería y se le
condecoró con la
Medalla de Bailén
Posteriormente la división de Coupigny,
en la que San Martín prestaba
servicio, derrotó a los franceses en
la batalla de Villanueva de la Reina y,
tras reunirse con Reding, marcharon
hacia Bailén y Andújar para atacar a
Dupont en Bailén, y entablan el 19 de
julio un enfrentamiento que fuerza a
las tropas francesas a rendirse. A San
Martín le fue concedido el grado de
teniente coronel de caballería y se le
condecoró con la Medalla de Bailén,
pero una afección pulmonar le obligó
a retirarse de la acción y buscar en
Sevilla su restablecimiento agregado
como vocal a la Junta Militar de Inspección
de la Reserva, «con solo el
objeto de que percibiera sus pagas y
atendiese a su dilatada curación ...».
Encontrándose en mayo de 1809
«más aliviado de la peligrosa enfermedad
que ha padecido», solicitó
autorización a la Junta para unirse al
ejército de Cataluña, cuyo mando se
le había dado a Coupigny, y mostrada
su conformidad le fue concedido.
Allí, durante seis meses, atenderá a
la logística, las guerrillas, el adiestramiento
de tropas y la organización de
los somatenes, pero el transcurso de
la guerra llevó nuevamente a Coupigny
y a su ayudante a unirse en enero
de 1810 al ejército del marqués de la
Romana, y fueron testigos de las derrotas
de Ciudad Rodrigo y Almeida,
además de participar en la línea de
Torres Vedras para frenar el avance
de los franceses sobre Lisboa.
En febrero de 1811 San Martín se
encuentra de nuevo a las órdenes de
Coupigny en el Cádiz sitiado y el 5 de
marzo en la batalla de Chiclana. Un