LAS LIBÉLULAS Y LOS MISILES las hipersónicas, que siguen trayecto- - Las libélulas son encantadores insec­tos, pero al mismo tiempo son unos ágiles depredadores que perviven desde la era de los dinosaurios; con sus patas espinosas atrapan a su pre­sa, la arrastran hacia sus mandíbulas en el aire y así la matan para comérse­la. Es un animal que rastrea y persigue a su víctima con reflejos casi instan­táneos. Y la presa podría preguntar­se, pero ¿cómo pudo atraparme este maldito insecto que tiene un cere­bro diminuto y apenas percepción de campo en profundidad? Pues bien, segú - Las libélulas son encantadores insec­tos, pero al mismo tiempo son unos ágiles depredadores que perviven desde la era de los dinosaurios; con sus patas espinosas atrapan a su pre­sa, la arrastran hacia sus mandíbulas en el aire y así la matan para comérse­la. Es un animal que rastrea y persigue a su víctima con reflejos casi instan­táneos. Y la presa podría preguntar­se, pero ¿cómo pudo atraparme este maldito insecto que tiene un cere­bro diminuto y apenas percepción de campo en profundidad? Pues bien, segú - En simulaciones recientes mediante ordenador, las libélulas virtuales, en un entorno también virtual simplifi­cado, capturaron con éxito sus pre­sas utilizando algoritmos informáti­cos diseñados para imitar la forma en que una libélula procesa la informa­ción visual mientras caza. Los resul­tados de dichas simulaciones y prue­bas muestran que la programación es fundamentalmente un modelo de so­nido. Y todo esto lleva a pensar a los investigadores que quizás las libélu­las, o mejor dicho la computación ins­p - No hace mucho, esta investigación con el desarrollo de sus algoritmos, fue presentada en la Reunión Anual de la Organización de Neurociencias Computacionales en Barcelona (Es­paña). La investigación replica el ce­rebro altamente eficiente de la libélula y trata de reproducir las redes neuro­nales biológicas (cerebros, básica­mente) que requieren menos energía y son mejores para aprender y adap­tarse que las computadoras. Estos estudios se centran en las neuronas, que son células que envían informa­ción a tr - No hace mucho, esta investigación con el desarrollo de sus algoritmos, fue presentada en la Reunión Anual de la Organización de Neurociencias Computacionales en Barcelona (Es­paña). La investigación replica el ce­rebro altamente eficiente de la libélula y trata de reproducir las redes neuro­nales biológicas (cerebros, básica­mente) que requieren menos energía y son mejores para aprender y adap­tarse que las computadoras. Estos estudios se centran en las neuronas, que son células que envían informa­ción a tr - intentando predecir cómo están co­nectadas las neuronas en el cerebro y entender qué tipo de cálculos y res­puestas están haciendo esas neu­ronas según se comporte el animal. Como detalle, y para comprender aún más el porqué de las investigaciones sobre las libélulas, sepamos que el tiempo de reacción de una libélula, ante la maniobra de una presa, es de apenas 50 milisegundos mientras que el parpadeo humano tarda alrededor de 300 milisegundos. Cincuenta mili­segundos es el tiempo suficiente para que la inf - Los sistemas de defensa de misiles se basan en técnicas de intercepción establecidas que son, relativamen­te hablando, pesadas en términos de computación. Repensar esas estrate­gias usando el modelo de las libélulas podría suponer una reducción en el tamaño, el peso y las necesidades de los ordenadores que llevan los misiles abordo. Esto permitiría que los misiles fueran más pequeños y livianos y, por tanto, más maniobrables. Permitiría también nuevas formas de interceptar objetivos acercándose a armas, com - Los sistemas de defensa de misiles se basan en técnicas de intercepción establecidas que son, relativamen­te hablando, pesadas en términos de computación. Repensar esas estrate­gias usando el modelo de las libélulas podría suponer una reducción en el tamaño, el peso y las necesidades de los ordenadores que llevan los misiles abordo. Esto permitiría que los misiles fueran más pequeños y livianos y, por tanto, más maniobrables. Permitiría también nuevas formas de interceptar objetivos acercándose a armas, com - rias menos perceptibles que los misi­les balísticos. - Desarrollar un sistema imitando el comportamiento del cerebro de las libélulas podrá reportar beneficios también para el aprendizaje automá­tico y la inteligencia artificial. Esta se utiliza en industrias de gran alcance, desde el transporte autónomo hasta el desarrollo de medicamentos rece­tados. Estos campos pueden benefi­ciarse de métodos muy eficientes para llegar a soluciones rápidas de pro­blemas complejos. Los laboratorios Sandia están refinando los algoritmos desarrollados por la neurocientífica com - What do dragonflies teach us about missile defense? - DOE/Sandia National Labo­ratories en - https://www. - sciencedaily.com/releas­ - es/2019/07/190724125719.htm - Ricardo Illán Romero Teniente coronel de Infantería - Ricardo Illán Romero Teniente coronel de Infantería - Ricardo Illán Romero Teniente coronel de Infantería - Figure - 103. - 103.

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LAS LIBÉLULAS Y LOS MISILES las hipersónicas, que siguen trayecto- Las libélulas son encantadores insectos, pero al mismo tiempo son unos ágiles depredadores que perviven desde la era de los dinosaurios; con sus patas espinosas atrapan a su presa, la arrastran hacia sus mandíbulas en el aire y así la matan para comérsela. Es un animal que rastrea y persigue a su víctima con reflejos casi instantáneos. Y la presa podría preguntarse, pero ¿cómo pudo atraparme este maldito insecto que tiene un cerebro diminuto y apenas percepción de campo en profundidad? Pues bien, según una reciente investigación, la respuesta estaría en el «cableado» de los cerebros del insecto en cuestión. La configuración o simplicidad de este ensamblaje de neuronas es lo que les hace ser extremadamente eficientes a la hora de calcular trayectorias complejas. En simulaciones recientes mediante ordenador, las libélulas virtuales, en un entorno también virtual simplificado, capturaron con éxito sus presas utilizando algoritmos informáticos diseñados para imitar la forma en que una libélula procesa la información visual mientras caza. Los resultados de dichas simulaciones y pruebas muestran que la programación es fundamentalmente un modelo de sonido. Y todo esto lleva a pensar a los investigadores que quizás las libélulas, o mejor dicho la computación inspirada en las libélulas, podría mejorar los sistemas de defensa de misiles ya que éstos tienen como tarea similar el interceptar un objeto en vuelo. Las libélulas atrapan el 95 % de sus presas, coronándolas como uno de los principales depredadores de la naturaleza. No hace mucho, esta investigación con el desarrollo de sus algoritmos, fue presentada en la Reunión Anual de la Organización de Neurociencias Computacionales en Barcelona (España). La investigación replica el cerebro altamente eficiente de la libélula y trata de reproducir las redes neuronales biológicas (cerebros, básicamente) que requieren menos energía y son mejores para aprender y adaptarse que las computadoras. Estos estudios se centran en las neuronas, que son células que envían información a través del sistema nervioso, intentando predecir cómo están conectadas las neuronas en el cerebro y entender qué tipo de cálculos y respuestas están haciendo esas neuronas según se comporte el animal. Como detalle, y para comprender aún más el porqué de las investigaciones sobre las libélulas, sepamos que el tiempo de reacción de una libélula, ante la maniobra de una presa, es de apenas 50 milisegundos mientras que el parpadeo humano tarda alrededor de 300 milisegundos. Cincuenta milisegundos es el tiempo suficiente para que la información atraviese unas tres neuronas. Imitar a la libélula mediante una red neuronal artificial supone entonces procesar una información en tres pasos. Los sistemas de defensa de misiles se basan en técnicas de intercepción establecidas que son, relativamente hablando, pesadas en términos de computación. Repensar esas estrategias usando el modelo de las libélulas podría suponer una reducción en el tamaño, el peso y las necesidades de los ordenadores que llevan los misiles abordo. Esto permitiría que los misiles fueran más pequeños y livianos y, por tanto, más maniobrables. Permitiría también nuevas formas de interceptar objetivos acercándose a armas, como rias menos perceptibles que los misiles balísticos. Desarrollar un sistema imitando el comportamiento del cerebro de las libélulas podrá reportar beneficios también para el aprendizaje automático y la inteligencia artificial. Esta se utiliza en industrias de gran alcance, desde el transporte autónomo hasta el desarrollo de medicamentos recetados. Estos campos pueden beneficiarse de métodos muy eficientes para llegar a soluciones rápidas de problemas complejos. Los laboratorios Sandia están refinando los algoritmos desarrollados por la neurocientífica computacional Flores Chance, basados en las libélulas. Con este trabajo, los laboratorios tratan de determinar en qué campo serían más aplicables y, por lo anteriormente descrito, parece que uno de ellos es el campo de los misiles interceptores. Ya veremos. What do dragonflies teach us about missile defense?DOE/Sandia National Laboratories en https://www. sciencedaily.com/releases/ 2019/07/190724125719.htm Ricardo Illán Romero Teniente coronel de Infantería 103


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