Figure - José Millán Terreros con el grado de capitán en una foto tomada en Barcelona - septiembre, el futuro jefe del Tercio de Extranjeros se entrevistaba con el alto comisario para tratar sobre cómo debía conducir su comisión. - En Melilla, el comandante general Luis Aizpuru y Mondéjar le facilitó un coche con el que llegó hasta el río Mu-luya. Allí, a bordo de una diligencia y después en autobús, se adentró en la Argelia francesa para llegar, por me­dio del ferrocarril, a Orán. El general Robert Georges Nivelle, jefe de las fuerzas francesas en el norte de Áfri­ca, le autorizó a visitar las dependen­cias de la Legión extranjera en Sidi Bel Abbas. - En la casa madre de la Legión france­sa el oficial español estudió en pocos - Figure - La bandera del 1.er Regimiento extranjero y su escolta, portando la enseña el teniente coronel Rollet - La bandera del 1.er Regimiento extranjero y su escolta, portando la enseña el teniente coronel Rollet - Acuartelamiento de la Legión francesa en Sidi Bel Abbas, - Acuartelamiento de la Legión francesa en Sidi Bel Abbas, - días los cuarteles, oficinas, almace­nes y el depósito de reclutas; vio cómo se instruía a aquellos soldados y habló con ellos. Una parte de su misión es­taba cumplida, pero aún le faltaba lo primordial, ver a la Legión extranjera en acción. Para ello precisaba retro­ceder hasta Tremecen, donde estaba asentado el 1.Regimiento de Mar­cha. - er - A pesar de unas dificultades inicia­les, el comandante Millán consiguió la autorización de Nivelle para visitar al 1.Regimiento de Marcha. Su jefe, el teniente coronel George Frederick Rollet, con 44 años de edad y 25 años de servicio, tenía un vasto historial militar cuya mayor parte había trans­currido en La Legión. Sus primeros pasos fueron en el 1.Regimiento extranjero en Argelia y Madagascar; siendo capitán estuvo al mando de una compañía en el 2.º Regimiento extranjero; tras su ascenso a teniente coro - er - er - er - En Tremecen, Millán fue cordialmen­te recibido por la oficialidad y su pri­mer acto fue saludar a la bandera de la unidad. El comandante español se sorprendió cuando la compañía del capitán Dessaunay, vistiendo el uni­forme de campaña, le rindió honores de autoridad. Cuatro oficiales, vetera­nos legionarios condecorados con la Legión de Honor y la Cruz de Guerra - donde Millán Astray inicia su misión - donde Millán Astray inicia su misión - con palmas: los capitanes Maire y Dessaunay y los tenientes Merolli y Poul, se entrevistaron con el oficial español. - 13 - En sus conversaciones Millán Terre­ros mostró un vivo interés por la his­toria del regimiento. La curiosidad y la admiración que manifestaba por la unidad atrajeron la simpatía de todos y pronto fue aceptado y tratado como uno más de la familia legionaria fran­cesa. - Las charlas del comandante Millán con el teniente coronel Rollet versa­ron acerca del mundo militar. Inter­cambiaron información sobre las tra­diciones en el Ejército español y el francés y Rollet mostró cordiales sen­timientos hacia los españoles. «Los dos hombres llegaron a apreciarse y constataron sus puntos de vista, coin­cidiendo en que la permanencia en La Legión comprendía una mística, un sacrificio y un trabajo bien hecho». - 14 - En Tremecen, el comandante español estudió con detenimiento la unidad, su personalidad, su moral, la psico­logía, la forma de combatir en Argelia y el sistema de castigos y recompen­sas que más adelante aplicaría en el Tercio de Extranjeros. El comandante Millán Terreros convivió con los legio­narios franceses hasta el 27 de octu­bre, día en que regresó a España por Almería. - En Madrid, el oficial español pre­sentó un informe al general Tovar, a quien manifestó su satisfacción por - 96 / Revista Ejército n.º 945 • diciembre 2019

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José Millán Terreros con el grado de capitán en una foto tomada en Barcelona septiembre, el futuro jefe del Tercio de Extranjeros se entrevistaba con el alto comisario para tratar sobre cómo debía conducir su comisión. En Melilla, el comandante general Luis Aizpuru y Mondéjar le facilitó un coche con el que llegó hasta el río Mu-luya. Allí, a bordo de una diligencia y después en autobús, se adentró en la Argelia francesa para llegar, por medio del ferrocarril, a Orán. El general Robert Georges Nivelle,jefe de las fuerzas francesas en el norte de África, le autorizó a visitar las dependencias de la Legión extranjera en Sidi Bel Abbas. En la casa madre de la Legión francesa el oficial español estudió en pocos La bandera del 1.er Regimiento extranjero y su escolta, portando la enseña el teniente coronel Rollet Acuartelamiento de la Legión francesa en Sidi Bel Abbas,días los cuarteles, oficinas, almacenes y el depósito de reclutas; vio cómo se instruía a aquellos soldados y habló con ellos. Una parte de su misión estaba cumplida, pero aún le faltaba lo primordial, ver a la Legión extranjera en acción. Para ello precisaba retroceder hasta Tremecen, donde estaba asentado el 1.er Regimiento de Marcha. A pesar de unas dificultades iniciales, el comandante Millán consiguió la autorización de Nivelle para visitar al 1.er Regimiento de Marcha. Su jefe, el teniente coronel George Frederick Rollet, con 44 años de edad y 25 años de servicio, tenía un vasto historial militar cuya mayor parte había transcurrido en La Legión. Sus primeros pasos fueron en el 1.er Regimiento extranjero en Argelia y Madagascar; siendo capitán estuvo al mando de una compañía en el 2.º Regimiento extranjero; tras su ascenso a teniente coronel, durante la Gran Guerra, tomó el mando del 1.er Regimiento extranjero. Aquella unidad acababa de recibir una corbata por las épicas acciones protagonizadas en el año 1918, estando a las órdenes de Rollet. En Tremecen, Millán fue cordialmente recibido por la oficialidad y su primer acto fue saludar a la bandera de la unidad. El comandante español se sorprendió cuando la compañía del capitán Dessaunay, vistiendo el uniforme de campaña, le rindió honores de autoridad. Cuatro oficiales, veteranos legionarios condecorados con la Legión de Honor y la Cruz de Guerra donde Millán Astray inicia su misión con palmas: los capitanes Maire y Dessaunay y los tenientes Merolli y Poul13, se entrevistaron con el oficial español. En sus conversaciones Millán Terreros mostró un vivo interés por la historia del regimiento. La curiosidad y la admiración que manifestaba por la unidad atrajeron la simpatía de todos y pronto fue aceptado y tratado como uno más de la familia legionaria francesa. Las charlas del comandante Millán con el teniente coronel Rollet versaron acerca del mundo militar. Intercambiaron información sobre las tradiciones en el Ejército español y el francés y Rollet mostró cordiales sentimientos hacia los españoles. «Los dos hombres llegaron a apreciarse y constataron sus puntos de vista, coincidiendo en que la permanencia en La Legión comprendía una mística, un sacrificio y un trabajo bien hecho»14. En Tremecen, el comandante español estudió con detenimiento la unidad, su personalidad, su moral, la psicología, la forma de combatir en Argelia y el sistema de castigos y recompensas que más adelante aplicaría en el Tercio de Extranjeros. El comandante Millán Terreros convivió con los legionarios franceses hasta el 27 de octubre, día en que regresó a España por Almería. En Madrid, el oficial español presentó un informe al general Tovar, a quien manifestó su satisfacción por 96 /Revista Ejército n.º945 • diciembre 2019


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