revista de aeronáutica y astronáutica / septiembre 2021
724 dosier
La propia República Islámica y sus milicias chiíes afines
en Irak juraron venganza contra las fuerzas de la OIR, entre
las que lógicamente se hallaban las tropas españolas de
Bagdad y de Besmayah. Durante varios días la tensión se
mascaba en la base Gran Capitán, con noticias confusas,
warnings de posibles ataques y la vida habitual alterada
completamente. El TACP se mantuvo alerta para defender
la base con medios aéreos, si así lo solicitaba el coronel
jefe de la misma. Para ello, se efectuaron varios ensayos y
se comprobaron diariamente los medios de solicitud a través
del oficial AS-3, sabiendo de antemano qué aeronaves
exactamente estarían asignadas a Besmayah y el tiempo
de respuesta. En los días subsiguientes, en el punto de situación
que se mencionaba anteriormente, el coronel mantuvo
el flujo de información lo más precisa posible para
tener al personal atento pero tranquilo. Cabe destacar el
temple, la calma y el ejemplo de este oficial del Ejército de
Tierra en esos difíciles días, siendo un referente para todos
los españoles y extranjeros que estábamos bajo su mando.
Finalmente, llegó el momento en que Irán respondió
a la muerte de su general, activándose la alarma en nuestra
base, aunque afortunadamente no se produjo ataque
alguno sobre ella, pero sí en otras instalaciones con presencia
estadounidense como Erbil y la base de Al-Asad, en
las cuales cayeron algo menos de veinte misiles causando
heridos de diversa consideración. Con esa demostración
de fuerza y la posterior desescalada en las declaraciones
y amenazas entre Estados Unidos e Irán, la situación pareció
calmarse un poco, aunque las manifestaciones contra
la presencia de la Coalición en diversas ciudades iraquíes
continuaron durante varias semanas, así como los avisos
de diversas milicias proiraníes que, a la postre, atacaron
Besmayah con cohetes en un par de ocasiones durante el
mes de marzo de 2020.