Historia y Patrimonio
HISTORIA
LA ÚLTIMA CARGA DE CABALLERÍA
Ya en el siglo XVII, Gustavo Adolfo de Suecia inició el camino para que la caballería recuperase
su carácter decisivo. Napoleón prosiguió lo andado en el siglo anterior y asignó a la caballería un
papel de mayor importancia en la batalla, sobre todo gracias al choque de su caballería de línea o
batalla constituida por coraceros y lanceros, cuerpo casi extinguido en el pasado siglo. Así mismo
disponía de una caballería ligera formada por cazadores, húsares y dragones que conservaba las
misiones de reconocimiento, cobertura y explotación del éxito. La idiosincrasia del arma cuadraba
a la perfección con las dos primeras fases de la estrategia napoleónica «campaña rápida-batalla
decisiva-acuerdo de paz».
A finales del siglo XIX con la aparición de la ametralladora, la eficacia de las cargas en grandes
masas se vio disminuida drásticamente, los fuegos ocasionaban una cantidad de bajas terrible.
Gracias a la inteligente utilización de la caballería alemana, el Arma seguirá siendo insustituible
durante unos años en la persecución y protección de la retirada y crecerá su papel en la exploración
y la cobertura. En la Unión Soviética la caballería representó un papel fundamental en las guerras
civiles provocadas por la Revolución, ya que solamente la caballería era capaz de moverse maniobrando
con rapidez en los grandes espacios rusos.
La estocada casi definitiva al caballo, y por ende al Arma en sí, fue la aparición del carro de
combate y el uso intensivo de la aviación para el reconocimiento durante la Primera Guerra Mundial.
Ludendorf fue el único que empleó de manera efectiva el carro de combate, pero se topó con la
imposibilidad de explotar el éxito por la baja velocidad de estos primeros «tanques».
El historiador Janusz Piekalkiewicz localiza la última carga de caballería importante en 1945,
lanzada por el ejército polaco encuadrado en las filas soviéticas. Polacos y alemanes se verían las
caras en Pomerania. La 1ª Brigada de Caballería «Varsovia» al mando del teniente Starak conseguía
romper las asombradas filas alemanas, que esperaban una ofensiva de los carros T-34 rusos, y aprovechaba
la confusión reinante para tomar la población.
DONDE MUERE MI CABALLO, MUERO YO ¿O NO?
El VRCC «Centauro» es el vehículo con mayor potencia de fuego de las actuales brigadas ligeras. (Autor)
A partir del siglo XX la caballería se va a enfrentar a una serie de decisiones que marcarán su
futuro. El Arma se encuentra en medio de una grave crisis de identidad, dividida entre jinetes que
se niegan a bajarse del caballo y otros que son partidarios de abrazar la evolución, la mecanización
de la guerra, y subirse al vehículo acorazado sin modificar su estilo peculiar de combate, profundamente
arraigado en el alma de sus hombres. Durante la Segunda Guerra Mundial el carro combate
104 Memorial de Caballería, n.º 89 - Junio 2020