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>> Pasado, Presente y Futuro
ESCUSÓN CON PICO Y PALA
Subofi cial mayor Francisco José Cañizares Ruiz
Bandera de Zapadores
Corrían los últimos años del siglo pasado, se me ordenó que apoyara con equipos de ingenieros a la sección de zapadores
agregada a una bandera del Tercio. Tareas de poca monta, unos días de campo para disfrutar.
Era sargento primero y sabía, que cuando en los ejércitos te dicen, no te preocupes…, es cuando tenía que ponerme a
temblar. El caso es que el lunes a las siete, bien espabilados, embocó la columna la pista de ingenieros hasta el Cerro de las
Yeseras, ocho días de vivac.
Mientras levantábamos las tiendas, el teniente de zapadores se fue a presentar al jefe de la bandera para dar novedades. A
las dos horas el teniente regresó, tenía la cara descolgada como una puerta vieja, y con serio semblante me expresó: «negra
suerte la mía, que siete y media cantó», como decía Don Mendo.
Teníamos que construir, dijo, una posición defensiva de compañía. Teníamos seis días de plazo para ejecutar una obra con
nueve posiciones de tipo pelotón; y en cada una de ellas, dos pozos dobles de tirador, uno simple para el mando, también
un asentamiento de ametralladora, y otro de lanzagranadas o de misil. Se debían unir estos agujeros con ramales, por lo
menos a bajo perfi l. Nos contó el teniente, ya un poco repuesto, que el jefe de la bandera para ser más exacto el día del Señor,
asaltaría la posición de compañía
con su unidad organizada en dos
ejes de penetración; uno principal por
la rambla de las Aguicas y el otro eje
a caballo de la rambla del Quemado
y que daba frente a la zona de Cucones,
«sin premio», dijo el teniente,
recordando que no estaba la cosa
para bromas. Para ponerle más salsa,
el teniente coronel de la bandera,
sentenció que sería un ejercicio de
fuego real, con pértigas que abrieran
dos brechas por unidades de primer
escalón, fusilería, ametralladoras,
lanzagranadas, misiles y si era posible,
fuego de artillería, aunque estaba
pendiente por confi rmar por el
ruido de los proyectiles del «155».
Para simular al personal enemigo,
mandarían comprar alpacas de paja
y hasta unos globos para marcar las
cabezas del enemigo a batir. Estaba
a punto de comenzar la Tercera Guerra
Mundial…
80 551 · II-2020 La Legión