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>> Pasado, Presente y Futuro
LA CREACIÓN DEL PRIMER EMBLEMA
PARA MISIONES EN EL EXTERIOR
General de brigada retirado Ángel Morales Díaz-Otero
Sin pretender con este artículo realizar
un análisis propio de la vexilología de
nuestras banderas y estandartes, me parece
oportuno participar al lector de cómo
nació la idea y el diseño del primer emblema
que porta toda unidad que se despliega
en el exterior para cumplir la noble
misión del mantenimiento de la paz,
ayuda humanitaria, protección, apoyo
y/o adiestramiento e instrucción de otros
ejércitos.
Así, la primera unidad que se desplegó
en el exterior comenzó la misión en abril
de 1991 en apoyo al pueblo kurdo iraquí.
Los más de 500 hombres de la Agrupación
Alcalá con efectivos en su mayoría
de la Brigada Paracaidista (BRIPAC), se
desplegaron con el objetivo de distribuir
ayuda humanitaria a los refugiados kurdos.
Cada unidad integrante llevaba sus
emblemas y distintivos característicos,
por no existir uno que agrupara a todos.
Eran muchos, pues la agrupación se
componía además de Fuerzas Aeromóviles,
de Transmisiones, de Sanidad y de
Transportes Logísticos, entre otros.
El 3 de diciembre de 1991 se convocó
a una reunión, en el CGMALEG (Cuartel
General del Mando de La Legión) en el
Campamento Benítez de Málaga, a los
coroneles de los cuatro Tercios. Estuvo
liderada por la División de Operaciones
del Estado Mayor del Ejercito (EME),
cuyo representante, el entonces coronel
Luis Alejandre Sintes, nos solicitó datos
para conocer la situación de nuestras unidades,
con vistas a que la ONU (Organización
de las Naciones Unidas) pidiera a
España algún contingente, con el propósito
de apoyar a países que estuvieran en
confl icto.
Creo que nadie duda de que las unidades
de La Legión están siempre preparadas
para su empleo en cualquier misión que
se les encomiende. Por ese motivo, el 15
de febrero de 1992, el almirante Gonzalo
Rodríguez Martín-Granizo, JEMAD (Jefe
del Estado Mayor de la Defensa), acompañado
por el teniente general Jaime Barra
Alcántara, Jefe de la Zona Militar de
Canarias, realizó una visita al Tercio 3º.
Se le presentó la VII Bandera preparada
para el combate, posteriormente un ejercicio
con fuego real, llevado a cabo por
una de sus compañías de fusiles en el
Campamento del Matorral y a continuación
una parada
militar con todas
las unidades en la
explanada del Tercio.
Este acontecimiento
me trae a
la memoria una situación que
por primera vez se produjo en nuestro
ejército. Unos días antes de esa fecha
ya sabíamos qué autoridad venía para
una visita de inspección. Cuando se presentó
en mi despacho la teniente médico
María del Pilar Hernández Frutos, para
expresar su deseo de ser incluida en la
lista de ofi ciales con el honor de portar la
bandera nacional, cuando le correspondiera
por antigüedad, tal y como estaba
establecido. Desde mi llegada al Tercio
formaba al mando de su Sección de Sanidad
de la Compañía de Plana Mayor y
Servicios de la Bandera, asistiendo con
sus legionarios a todos los ejercicios,
maniobras, formaciones o paradas y,
en suma, desempeñando siempre una
excelente labor. Tras estudiar y valorar
su permanente disposición, el día de la
visita del JEMAD portó la bandera convirtiéndose
en la primera «dama legionaria
» que enarbolaba la gloriosa Enseña
de nuestro Tercio.
El 17 y 18 de julio de 1992 volvieron a reunirse
los cuatro coroneles de los Tercios
con el general del MALEG (Mando de La
Legión). En ese encuentro se transmitió
la alta probabilidad de que las unidades
de La Legión fueran desplegadas en el
exterior. En septiembre de ese mismo
año, el Ministerio de Defensa, decidió
que la unidad para la ayuda humanitaria
solicitada por la ONU, fuese el Tercio
4º y el mando de la AGT (Agrupación
Táctica) Málaga fuera el coronel de ese
Tercio. Las difi cultades de completar las
plantillas de las unidades de maniobra,
apoyo, servicios, logísticos, etcétera, se
solventaron ordenando al resto de los
Tercios que apoyaran con sus unidades.
Para cumplimentar la orden recibida, el
Tercio 3º envió una compañía de fusiles,
al igual que hicieron los otros dos Tercios.
Posteriormente, una comunicación
telefónica del COMFAR (Comandante
de la Fuerza de Acción Rápida), dio verbalmente
la orden de ir preparando el
siguiente relevo, por si este se producía.
84 551 · II-2020 La Legión