![](./pubData/source/images/pages/page104.jpg)
Historia 102
MEMORIAL ARTILLERíA
de
momentos después ordena
realizar un cortafuegos alrededor
del polvorín, que sigue
arrojando llamas por la
puerta y espeso humo negro
por los respiraderos. Siguen
llegando artilleros a la carrera
que no tuvieron cabida
en los camiones; algunos
cumpliendo órdenes y otros
voluntariamente se incorporan
a la tarea de realizar el
cortafuego para evitar que
el fuego se propague a los
otros polvorines.
Un pequeño convoy de
bomberos formado por un
tanque Faun en cabeza seguido
de otro Naval-Somua y
finalmente, una autobomba
pequeña llega a la Maestranza
del Pinar. Allí un artillero
se sube al estribo del vehículo
en cabeza y les conduce al
lugar del siniestro, el capataz
pregunta si hay algún riesgo
y el oficial de servicio y los
artificieros manifiestan —que
no creen que haya explosión,
que solamente es pólvora—.
Llega el Coronel junto a su
ayudante. En ese momento
los soldados están haciendo
un movimiento de repliegue
ordenado por los oficiales,
que comprenden la inutilidad
de seguir en la zona. El
Coronel toma el mando. Se
dirige al polvorín y su decisión
es impulsar los trabajos
de extinción.
Siguiendo a su jefe, tanto
los oficiales como la tropa se
acercan de nuevo, se reordena
la construcción del cortafuegos.
Los bomberos echan
agua por la puerta. Es inútil,
nada se consigue.
Como último y desesperado
intento se ordena romper
Hacía un calor extremo
y de pronto se sintió una
explosión, testigos dijeron
que era como de mortero
o granada de mano.
Muchos no le prestaron
mucha atención puesto
que en ocasiones se hacían
pruebas con explosivos en
el campo de tiro y galerías
que había en las inmediaciones
y además la mayoría
había participado en la
contienda y no se inmutaban
con facilidad.
los respiraderos para echar
agua por ellos, la tropa que
dispone de pico es requerida
a la parte superior del polvorín
para derribarlos, los bomberos
también lo hacen, otros
cambian el mangaje para comenzar
a surtir agua por los
orificios.
Respiraderos de las galerías,
similar a la que ocupaban
más de un centenar de personas
antes de la explosión.
Llega otra camioneta, con
una docena de personas más,
entre ellas un hijo del Coronel
que es artificiero en el Parque,
todos ellos acuden a lo alto
del polvorín.
Se solicitan apoyos al cuartel
de Aviación, pero afortunadamente,
no llegan. La orden
de enviar dos cisternas disponibles
no pudo ser cumplida
por no aparecer con prontitud
las llaves.
El humo que sale por los
respiraderos se espesa, al
ser de hormigón armado y
cerámica se resisten a ser
derribados. Se intenta echar
agua a través de sus orificios,
ya que por la puerta es inútil.
En esos momentos hay sobre
el polvorín unas cuarenta,
cincuenta personas o quizás
más. Otras cien en los bordes
y otras cincuenta más en los
alrededores.
A las 14:45 horas el polvorín
estalla con violencia.
Sus tres galerías revientan
sucesivamente, de forma concatenada.
Aunque algunas
personas hablan de una gran
explosión pero otros detallan
que creyeron oír dos o más
explosiones seguidas con inapreciables
intervalos.
, nº 176/2 - Diciembre de 2020