392 dosier la doctrina aeroespacial en el Ejército del Aire
La doctrina aeroespacial
en el Ejército
del Aire Juan A. Moliner González
General (retirado) del Ejército del Aire
Juan A. Pons Alcoy
Coronel (reserva) del Ejército del Tierra
revista de aeronáutica y astronáutica / mayo 2021
DOCTRINA Y FUERZAS AÉREAS.
Antes de analizar la doctrina aeroespacial del Ejército
del Aire español, conviene establecer una serie de consideraciones
previas teóricas sobre lo qué es.
Existen diferentes definiciones de doctrina. En ellas
hay que evitar hablar de principios y sí hacerlo de reglas,
normas, guías, procedimientos, criterios, etc. Cualquier
definición debe contemplar la finalidad que tiene
la doctrina, cuál es, aunar y ajustar comportamientos
individuales y colectivos de las fuerzas militares hacia la
consecución del objetivo marcado al poder militar o al
poder aeroespacial.
La doctrina ayuda al proceso de la toma de decisión, pero
para ello tiene que estar actualizada. Es guía y punto de referencia
y proporciona lenguaje común y propósito único.
La doctrina militar se contempla en tres niveles: básica,
específica y particular. Su elaboración militar es un proceso
vivo, con capacidad para crecer, evolucionar y madurar. Las
fuentes de la doctrina son las experiencias, interpretaciones,
análisis y estudios. La doctrina no es teoría ni dogma,
es pensamiento vivo, guía para el planeamiento y adaptación
a la tecnología y al cambio.
A la hora de elaborar doctrina, aparecen dificultades derivadas
del grado y número de amenazas, identificación de
hechos y circunstancias que fundamentan sus cambios, así
como la estanqueidad doctrinal. Finalmente debe reseñarse
que estrategia y doctrina están relacionadas por un proceso
interdependiente.
Cuando las fuerzas aéreas se crearon, su pretensión era
tener «libertad de acción» en la tercera dimensión, el aire,
con el objetivo de utilizarla en beneficio propio y liberar la
actuación de las fuerzas de superficie de la amenaza aérea
contraria. Esta idea se tradujo en los conceptos de dominio
del aire, superioridad y supremacía aéreas. Con el tiempo
estos conceptos han ido evolucionando por varias razones:
– Han aumentado los usuarios del aire: aviación comercial,
general, de negocios, medios aéreos de otros departamentos
(interior, sanidad, agricultura, etc.).
– La pertenencia de muchos países, España entre ellos, a
organizaciones internacionales (OTAN, UE, OACI) ha exigido
desarrollar conceptos como el de la «interoperabilidad»
de equipos y procedimientos.
– La utilización del espacio como nuevo entorno, que
además es un global common que, desde el punto de vista
del derecho internacional, significa que no pertenece a ningún
estado y sobre el que ninguno puede ejercer derechos
de soberanía. Ahora, dada la continuidad del aire y el espacio,
lo denominamos ámbito aeroespacial.
Los sistemas espaciales son elementos críticos para el desarrollo económico y social y resultan de vital importancia para las operaciones de las
Fuerzas Armadas. (Imagen: DARPA)