revista de aeronáutica y astronáutica / mayo 2021
internet y nuevas tecnologías 443
la solución a los problemas que
plantean los tiempos de «cabos estratégicos
» que definió el general
Krulak a finales del siglo pasado.
Microsoft ganó el contrato en
dura competencia con otro, para
muchos sorprendente, contratista,
Amazon. La empresa de la media
sonrisa recurrió el fallo, pero sin éxito.
El Sistema Integrado de Visión
Aumentada (IVAS, en inglés) forma
parte del proyecto JEDI (Joint Enterprise
Defense Infrastructure) de
computación en la nube del Departamento
de Defensa (https://www.
cloud.mil/JEDI-Cloud/).
Ya hablábamos de esta aplicación
y de otras muchas de la inteligencia
artificial y la robótica en un
Documento de Trabajo del Instituto
Español de Estudios Estratégicos
de 2019 (http://www.ieee.es/Galerias/
fichero/docs_trabajo/2019/
DIEEET04-2019InteligenciaRobotica.
pdf), y veíamos una aplicación
mucho más siniestra de un desarrollo
parecido en el quinto episodio
de la tercera temporada de la serie
Black Mirrror (https://black-mirror.
fandom.com/wiki/Men_Against_
Fire).
Por cierto, el mecanismo empleado
para la adquisición de estas tecnologías,
como relata el Washington
Post (https://www.washingtonpost.
com/business/2021/03/31/microsoft
army-augmented-reality/) permite
una mayor agilidad y menores
requisitos de los habituales. Algo
necesario para adaptarse al ritmo
evolutivo de la tecnología y que requerirá
de controles ex post.
LAZARUS
La Internet se está volviendo un
no-lugar cada vez más peligroso.
Nuestra migración a lo digital en
tiempos de pandemia ha hecho crecer
todavía más el número de amenazas
que acechan en la red. Se nos
están acabando las denominaciones
que terminan en -ing para describir
las modalidades de ataques.
Cualquier internauta recibe estos
días numerosos correos con contenido
malicioso. También los profesionales
de la ciberseguridad.
El principal grupo de ciberdelincuentes
norcoreanos recibe el nombre
de Lazarus. Durante los últimos
meses, sus integrantes han estado
haciéndose pasar por investigadores
en búsqueda de vulnerabilidades cibernéticas
para ganarse su confianza
y, posteriormente, atraerles hacia
páginas infectadas de una supuesta
empresa de ciberseguridad.
El ataque sufrido por el SEPE,
el Servicio Público de Empleo Estatal,
muestra claramente como,
a los problemas ocasionados directamente
por un ciberataque se
añaden los derivados del acceso
que se consigue a cuentas con credibilidad.
A raíz de este caso inicial
se han producido numerosos ataques
contra ayuntamientos (como
el de Castellón) y otros organismos
públicos, y contra ciudadanos
particulares.
Parece ser que se trata de otro
caso de ransomware con el programa
Ryuk, el mismo que ya se utilizó
contra el Ayuntamiento de Jerez o
contra la compañía Prosegur –cuya
gestión de la comunicación del incidente
fue, por cierto, ejemplar–. En el
momento de cerrar estas líneas se ha
descartado la implicación directa y
explícita de un gobierno, aunque es
probable que se trate de un ataque
dirigido.
Y es que ya no se respeta nada.
Hasta la cervecera estadounidense
Coors ha sido hackeada
(https://www.cyberscoop.com/molson
coors-hack-ransomware-beerbrewing/)
con el resultado de tener
que suspender temporalmente su
producción. Los ataques «virtuales»
tienen unos efectos muy reales. n