fuese imposible, España podrá ejercitar
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libremente su acción en la región
delimitada en el presente artículo,
que constituye desde ahora su
zona de influencia».
Como se puede ver, no se concretaba
actuación; se trataba de tener
previstas situaciones futuras.
Estos tratados no sentaron bien
en Alemania, que invertía mucho
dinero en Marruecos, donde los
productos alemanes tenían gran
aceptación por su calidad y precio
asequible, por lo que su comercio
con Marruecos resultaba muy rentable.
Por ello, el Gobierno alemán
se ofreció para apoyar la soberanía
marroquí, prestar asistencia financiera
y le sugirió al sultán que propusiera
la reunión de una conferencia
internacional para tratar los
problemas de Marruecos.
El Gobierno del sultán, en grave situación
económica y financiera, no
dudó en aceptar la idea alemana y
solicitó la convocatoria de esta conferencia.
En cambio, todo esto fue
mal recibido por el Gobierno francés,
que tuvo el apoyo del británico,
y desencadenó una grave crisis en
el continente europeo.
LA CONFERENCIA
INTERNACIONAL SOBRE
MARRUECOS
En esta conferencia, que tuvo lugar
en Algeciras, participaron Alemania,
Austria-Hungría, Bélgica,
España, Francia, Inglaterra, Italia,
Holanda, Portugal, Rusia, Suecia y
Estados Unidos. Y Marruecos, naturalmente.
Al finalizar se redactó el Acta General
de la Conferencia Internacional
de Algeciras, que comienza haciendo
constar que la conferencia
se había reunido a petición del sultán
y que las reformas tenían que
estar basabas en la soberanía del
sultán, la integridad de Marruecos
y la libertad económica para continuar
con seis capítulos con un total
de 123 artículos.
A lo largo de los artículos se tratan
temas como la creación de una Policía
en los principales puertos, prohibición
del comercio de armas,
creación del Banco de Estado de
Marruecos con categoría de banco
emisor y un capital social de entre
15 y 20 millones de francos, aplicación
de impuestos, derechos de exportación,
aduanas, represión del
fraude y contrabando, servicios y
obras públicas, concesiones mineras,
etc.
Este documento se publicó en la
Gaceta de Madrid el 2 de enero
de 1907 y allí se puede comprobar
que en ninguna parte se cita un protectorado
sobre Marruecos, ni tampoco
el reparto de Marruecos entre
Francia y España.
La Conferencia de Algeciras de 1906
fue un intento de no llegar al protectorado.
Se trataba de poner orden y
modernizar la Administración para
poder recuperar lo invertido por las
potencias europeas en Marruecos,
especialmente Francia.
A medida que se fue difundiendo a lo
largo de Marruecos lo aceptado por
el sultán, se produjeron diversos levantamientos,
que se recrudecieron
a partir de 1907. El 19 de marzo es
asesinado en Marrakech el doctor
Mauchamp, que atendía la clínica
instalada por el Gobierno francés.
Como represalia, el 27 de marzo,
el ejército francés ocupa Oujda. En
agosto, la ciudad de Casablanca sufre
graves disturbios y saqueos, y se
producen asesinatos de residentes
europeos, por lo que un contingente
francés desembarca para pacificarla.
Sucesivos refuerzos hacen
que en marzo de 1908 la cifra de
soldados sea de 14 000 hombres y
se amplía la zona ocupada hacia el
interior5.
A principios de 1908, se produce
una guerra civil en Marruecos y llega
al trono un nuevo sultán, Abdelhafid,
pero, a pesar de sus promesas,
no puede hacer nada porque
su ejército no está en condiciones
de enfrentarse a los franceses, ni
tampoco podía abolir los impuestos
«ilegales» porque hubiera sido
la bancarrota.
A finales de 1908, Bu Hamara trata
de extender su territorio hacia la bahía
de Alhucemas y de dominar la cabila
de Beni Urriaguel, pero es derrotado,
capturado, entregado al sultán
en Fez y echado a los leones.
La conferencia internacional de Algeciras de 1906.
Participantes y capitulado