REVISTA EJÉRCITO
N.º 963 EXTRAORDINARIO JUNIO
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precedentes. Las obras de infraestructura
y las explotaciones mineras
demandan numerosa mano de obra
autóctona, lo que repercute en la calidad
de vida de los cabileños.
En la zona occidental, el enemigo tenía
un nombre: el Raisuni, bajá de Arcila,
con gran poder en la región, que
se había postulado como jalifa y fue
rechazado para el cargo.
Sus acciones autoritarias y arbitrarias
contra las cabilas le harán enemistarse
con el entonces teniente coronel
Silvestre, que desde 1911 manda las
fuerzas expedicionarias de Larache
y la policía xerifiana de Casablanca.
Siendo ya general de brigada y comandante
general de Larache, Silvestre
se enfrentará a las harcas de el
Raisuni entre 1913 y 1914.
El inicio de la Primera Guerra Mundial
provoca la total paralización de
las operaciones. Francia moviliza sus
tropas coloniales, incluidas las indígenas,
para los frentes de Europa, por lo
que exige a España que se abstenga
de operar para no provocar levantamientos
que pudieran afectar a su
zona de influencia. Alemania, por su
parte, no dejará de alentar la rebelión
de las cabilas en el protectorado francés,
aunque todos sus empeños resultarán
infructuosos.
Esta inactividad provoca el fortalecimiento
de el Raisuni. El Gobierno español,
para evitar enfrentamientos,
otorga amplios poderes al líder local
que, a cambio, se compromete a la
pacificación de la región; un poder
desmedido que sabrá aprovechar en
su propio beneficio, a costa del prestigio
de España. El nuevo alto comisario,
Gómez Jordana, se quejará repetidamente
al Gobierno denunciando
los abusos de el Raisuni y la necesidad
de intervenir contra él, pero la respuesta
siempre será negativa.
En este contexto de la Gran Guerra,
en la zona oriental alcanzará gran protagonismo
otro personaje que será
determinante a partir de ahora: Mohamed
Abd el Krim el Jatabi. Declarado
germanófilo, mantendrá negocios
con compañías mineras alemanas
para la explotación de unas supuestas
minas en Beni Urriaguel. A instancias
de Francia será detenido en 1915
y encarcelado en el fuerte de Rostrogordo.
Intentará escapar descolgándose
por los muros, pero se romperá
una pierna en el intento que le dejará
una cojera permanente. Después
de un año en prisión, será liberado en
1916.
Pero Abd el Krim no fue siempre enemigo
de España, todo lo contrario,
como ahora veremos.
SITUACIÓN EN 1920
El escenario
Mientras que la zona asignada a
Francia por el convenio de Madrid
se conocía como Blad es Majzén,
territorio pacífico habitado por tribus
sumisas que acatan la autoridad
central, la zona controlada por
España era, en su mayoría, lo que se
denominaba Blad es Siba, territorio
rebelde contrario a la autoridad del
sultán.
El protectorado español de Marruecos
comprendía una franja costera al
norte del país que incluía, de oeste a
este, las regiones de Yebala, Anyera,
Gomara, Garb, Rif, Guelaya y Quebdana.
Su población se organizaba en cabilas,
peculiar organización social
en el ámbito rural, que se dividían,
a su vez, en diversas facciones que
podían ocupar varios poblados al
mando de un notable o caíd. Cuando
la situación lo requería levantaban
harcas, estructuras militares que se
organizaban provisionalmente para
combatir a otras cabilas o amenazas
General Gómez Jordana Las cabilas de la zona oriental