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HISTORIA MILITAR DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID - FUENTES PRIMARIAS -

Los Barrios fortificados. Disponían de barricadas y parapetos que formaban laberintos para poder compartimentar el avance enemigo. Los medios pasivos o defensivos. El elemento fundamental fue la Barricada. Pero barricadas poderosas, capaces para soportar un choque frontal con un tanque de la época. Las grandes barricadas eran pocas y se empleaban sólo en los puntos donde se necesitaba detener el avance de los tanques. Las Barricadas se complementaban con defensas antitanques fijas que eran grandes fosos y campos de minas. Junto a las Barricadas se ubicaban las piezas antitanques. Los Requisitos constructivos. Las barricadas y los parapetos urbanos se construyeron levantando los adoquines que pavimentaban las calles de Madrid, utilizando cemento y armaduras de hierro. En algunos casos se utilizaron piedras y ladrillos usados, procedentes del desescombro de edificios siniestrados por los bombardeos. La fortaleza de las barricadas antitanques se consiguió aumentando su espesor y la estabilidad de sus muros utilizando potentes contrafuertes a su retaguardia. Hay constancia documental de dos grandes barricadas madrileñas con 4 metros de anchura (espesor): una que cerró completamente la Gran Vía, a la altura de San Bernardo y de lado a lado, y otra en la Cuesta de Santo Domingo, frente a la antigua Diputación. Ésta segunda disponía, además, de un foso antitanque, a lo largo de la defensa, con 4 metros de anchura y 4 de profundidad, completamente camuflado, por estar cubierto. También hay constancia de una barricada popular muy curiosa por haber sido construida con paquetes de periódicos y forrada con sacos terreros. Se duda que hubiera sido capaz de cumplir su función. Los parapetos tenían menos exigencias constructivas y eran más fáciles de levantar. Utilizaron los mismos materiales que las barricadas. También se produjeron anécdotas con los parapetos madrileños. En las ventanas de la nueva Facultad de Filosofía y Letras, en pleno frente de la Ciudad Universitaria, se construyeron parapetos utilizando libros de la Biblioteca universitaria, por los miembros del Batallón “Commune de Paris” de la XI Brigada Internacional, hacia el 15.11.36. La Facultad de Filosofía y Letras se inauguró unos meses antes de empezar la guerra civil por lo que se había trasladado a la Ciudad Universitaria su valiosísima Biblioteca, considerada la segunda de España en importancia: códices, manuscritos, incunables, pergaminos miniados y viejos grabados. A lo largo del año 1937 abnegados bibliotecarios republicanos fueron rescatando parte de los libros que estaban sometidos a los rigores de la intemperie. En septiembre de 1937, el Presidente de la Junta Delegada de Incautación, Protección y Salvamento del Tesoro Artístico propuso sustituir por sacos terreros los libros que todavía quedaban en los parapetos. Detalles constructivos (Tercer Sector – Centro Izquierda) AGMAV, Z/R, R58, A59, L668, Cp12, D1, F11 Nido de ametralladoras. Está formado por un muro circular de adoquines recibidos con mortero de cemento de 40 centímetros de espesor y con la aspillera casi rasante con el nivel del terreno. Va cubierta con viguetas o tubos de fundición hormigonados con un espesor de 45 centímetros. Sobre esta capa, sacos terreros y tierra para su camuflado. FUENTES PRIMARIAS No está permitida la reproducción total o parcial de este documento por ningún medio, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright 168

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